«No había quien te aguantara, parecías poseído»: un restaurante cambia de rol y reseña a un cliente

La crítica negativa a un local de hostelería termina en una extensa valoración del propietario sobre el parroquiano que la escribe

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Imagen de un local ajeno a esta noticia JUAN CARLOS SOLER

ABC

VALENCIA

Es muy habitual que los locales de hostelería tengan a sus parroquianos, clientes conocidos que frecuentan bares o restaurantes con asiduidad. No obstante, en algunas ocasiones, la confianza puede dar pie a situaciones comprometidas como la que ha compartido en redes sociales el ... influencer valenciano Jesús Soriano (@soycamarero).

La crítica a una de las elaboraciones con arroz más populares de Italia es el detonante para lo que se intuye como la ruptura del buen rollo entre el propietario de un establecimiento y el comensal.

«El risotto que me sirvieron parecía fritura de calamares y sabor fatal. Los escalopines, fatal también. Siempre que fui se comió muy bien y barato, pero mi última experiencia, fatal», escribe el cliente en su reseña.

El consumidor valoró la comida con una de las cinco estrellas con las que Google permite puntuar a los locales. Eso sí, tanto el servicio como el ambiente del local le merecieron cuatro estrellas. Algo que no sirvió para calmar los ánimo del responsable del restaurante.

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Su respuesta, mucho más extensa que la reseña original, se acaba convirtiendo, precisamente, en una valoración sobre la actitud del parroquiano con el bagaje de quien conoce a la persona que se está describiendo.

«Todo fatal, incluso tú aquel día estuviste fatal, estabas muy negativo, bastante pesado, muy repetitivo y bastante maleducado. Las otras veces que viniste, un cielo. Pero este último día, fatal», asevera el dueño del bar.

«No había quien te aguantara, parecías poseído. Una pena, la verdad, porque parecías súper educado y nos hemos llevado una decepción. Siento que no te haya gustado esta vez. A nosotros tus modales tampoco», zanja el escrito publicado en internet.

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