Encuentran con vida al jubilado español apresado por el ejército ruso en una cárcel de Crimea

Tras conocer la noticia, la familia del exfuncionario de Carlet se ha puesto en contacto con las autoridades para agilizar su posible liberación, medio año después sin noticias sobre su paradero. De hecho, las pistas obtenidas durante los últimos días ya se encuentran en conocimiento de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana.

Según publica el diario Las Provincias, el portavoz de la familia, Francisco Santisteban, recibió el pasado sábado 24 de septiembre un whatsapp de una amiga ucraniana de Mario en el que le informaba que «está vivo» y que «es prisionero en la cárcel de Crimea». Situación esperanzadora para sus más allegados después de meses de angustia y silencio, confirmada por un compañero de celda que consiguió salir de dicha prisión.

«Ya había perdido las esperanzas», comentaba Santisteban a este periódico, quien también apuntaba que la propuesta de la familia del jubilado español pasa por incluirlo en una operación de intercambio de presos de guerra, para la que han contactado con un abogado de experiencia internacional, con el objetivo de reclamar su inmediato excarcelamiento ante la Justicia europea.

Por su parte, Julio Suárez, amigo personal de Mario en Ucrania, confirma a ABC esta información y puntualiza que se encuentra en una prisión de la ciudad de Simferópol, según sus fuentes. «Es bastante probable porque en aquel momento se llevaban a mucha gente a estas zonas, es mejor que esté allí que en el Dombás. Esperemos que esté bien, es lo que todos deseamos», subraya.

Asimismo, uno de los hijos de Mario confirmaba la satisfacción de la familia al conocer la noticia y expresó estar «contento» y espera «que esto se solucione pronto». Por otro lado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha comunicado a este diario que por el momento no disponen de «información contrastada» sobre el paradero del anciano español.

«La embajada está en contacto con la esposa y sigue con atención el caso. Las autoridades del gobierno legítimo de Ucrania están informadas formalmente y en todo caso, el Ministerio mantiene la recomendación de no viajar a este país desde el comienzo del conflicto», matizan fuentes del Gobierno de España.

A su vez, la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana se ha puesto en contacto con Cruz Roja en Ucrania para confirmar el paradero del jubilado «Vamos a ver si efectivamente se confirma que está y, en ese momento, empezaremos todos los trámites para hablar con el Ministerio de Asuntos Exteriores y todos los procedimiento que tengamos que hacer para traer aquí a Mario», ha indicado la delegada Pilar Bernabé.

De confirmarse esta información, se habría cumplido el presagio de la familia sobre un posible traslado fuera de Jersón, ciudad ucraniana donde residía durante los últimos años. Mariano García Calatayud, emigró al este de Europa hace ocho años, tras la invasión rusa en Crimea, para realizar labores humanitarias en zonas de conflicto llevando ropa, alimentos y materiales a las familias más necesitadas.

Considerado como «un héroe español» a orillas del mar Negro al colaborar con el ejército local, llegó a recibir la medalla de honor de la ciudad donde su desaparición causó una gran conmoción en mitad de la guerra con las tropas de Putin. «Me dijeron que me matarían por apoyar a Ucrania, pero me dio igual, yo quería ayudar al pueblo que acogió a más de 3.600 niños después de la Guerra Civil Española», aseveró Mario a este periódico en una entrevista realizada el pasado 1 de marzo.

En ella, llegó a repetir en varias ocasiones que no abandonaría Ucrania «pasara lo que pasara» y que, ante las continuas llamadas de sus hijos para que volviera España, siempre les dijo que «el papá sabe cómo cuidarse». A partir de su presunta detención, diferentes informaciones contradictorias apuntaban a su posible traslado fuera de Jersón, a su estancia en la comisaría de dicha ciudad o incluso a una hipotética liberación que pocos días después resultó ser falsa.

Sus amigos y allegados intentaron negociar un rescate e incluso pagar una cantidad de dinero si las tropas rusas lo hubieran considerado oportuno, pero nunca hubo respuesta. Solo silencio en estos seis meses hasta que su compañero de celda en Crimea confirmara que se encuentra encerrado en una prisión en territorio dominado por el Kremlin.

Asimismo, diferentes medios rusos incluyeron el nombre de Mario en un listado de «combatientes extranjeros» que habían sido «engañados por la propaganda ucraniana y occidental», De acuerdo con estas informaciones, el jubilado valenciano «ayudó a la zona de guerra del óblast de Donetsk», por lo que la Federación «duda de su caridad y activismo humanitario», pues en diferentes ocasiones ha posado junto a un gran arsenal de armas y banderas del partido político neonazi y paramilitar Pravy Sektor (Sector Derecho).

«Los soldados rusos saben quién soy y dónde vivo, van a venir a por mí», anunciaba Mario a ABC antes de ser detenido. Según vaticinaba, Putin, «el señor de la guerra y el que será causante de la Tercera Guerra Mundial, no se iba a detener fácilmente». Sobre el líder ruso, comentaba que «si viniera a darme la mano se la cortaría con un machete en un segundo y se la tiraría al cuello».