Y de repente Vox, un «extraño»

La derrota del PSOE y la irrupción de Vox supone la mayor sorpresa de la historia de las elecciones democráticas en España. La pregunta a esta hora es si esa situación se puede repetir en la Comunidad Valenciana en mayo. No hay duda, la respuesta es afirmativa. Pero lo más llamativo es como la izquierda y la extrema izquierda más todavía, han salido en tropel cual séptimo de caballería a legitimarse como los últimos demócratas, sólo ellos y nadie más, serán los encargados de poder velar por la democracia y garantizar las libertades públicas y sociales. Si hace falta se toma la calle porque el resultado no nos ha gustado. Así vamos.

Ridículo es intentar que cale el mensaje que legitima al PSOE a poder pactar con Podemos y demoniza la alianza de PP y Ciudadanos con Vox. Vaya por delante que no me gustan los extremos, ni los de derechas ni los de izquierdas, pero hasta la fecha el que ha dicho que el terrorismo de ETA, que se llevó la vida de más de 1.000 personas niños incluidos, tiene “explicaciones políticas ha sido Pablo Iglesias y no dirigente alguno de Vox. El que calificó a Otegui de “preso político” ha sido Iglesias y no Santiago Abascal . El que se ha posicionado en favor del secesionismo catalán ha sido Iglesias y nadie más. Resulta que con Iglesias se puede pactar, para algunos es legítimo, democrático y hasta moderno. Así vamos.

Hay que ver lo nerviosos que se han puesto algunos porque en unas elecciones legitimas y democráticas 400.000 andaluces han elegido a doce diputados de Vox, que por cierto, ninguno de ellos se gastado un solo euro de los parados andaluces en drogas y prostitutas . Los que lo hicieron son ahora además los que dicen con quién y sí, o con quién no, se puede pactar. Curiosa democracia esta…