Dos grandes firmas inversoras seguirán la estela de Ford e Ikea

De acuerdo con las fuentes consultadas por ABC, los contactos están en su última fase y el anuncio público sobre ambas iniciativas empresariales es cuestión de poco tiempo. La primera de ellas, que se situará en la provincia alicantina, parte de una gran firma del sector agroalimentario. La segunda, en Valencia, está vinculada al sector de la distribución.

La discreción exigida por los inversores ha llevado al Consell a «blindar» unas negociaciones que presentan extraordinarios paralelismos con las que finalmente han desembocado en la decisión de Ikea de emplazar su primera gran superficie de la Comunidad Valenciana en el término de Alfafar, a escasos kilómetros de la capital del Turia.

En este sentido, el éxito de la iniciativa responde precisamente a la reserva que ha dominado todo el proceso desde que la multinacional sueca contactó, inmediatamente después de las elecciones municipales celebradas el 22 de mayo de 2011, con el entonces nuevo alcalde de de Alfafar, el popular Juan Ramón Adsuara . Previamente, las negociaciones habían caído en vía muerta en 2008, con el socialista Emilio Muñoz al frente de la Alcaldía.

El nuevo equipo de gobierno revisó el expediente y comenzó las gestiones con los departamentos autonómicos de Industria, Gobernación y Presidencia encaminadas a obtener las resoluciones favorables preceptivas en los distintos ámbitos competenciales. También fue solicitada la intervención de la Delegación del Gobierno para agilizar la autorización de los accesos, dependiente del Ministerio de Fomento, que llegó el pasado verano.

La licencia ambiental fue concedida en diciembre de 2011. Desde entonces, las reuniones entre ambas partes se han sucedido con periodicidad quincenal y con la ausencia de publicidad como exigencia por parte de la multinacional.

Al margen de las numerosas visitas a la zona en la que se emplazará la tienda -cuya construcción podría comenzar en el plazo de un mes y medio una vez concedida la licencia-, el proyecto ha sido aprobado por Ikea después de cuarenta reuniones . El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, estuvo presente en siete de ellas. El jefe del Gobierno autonómico se encargó de garantizar personalmente que ninguna traba de tipo administrativo comprometería el éxito del proyecto. En los dos que se negocian ahora la consigna continúa siendo la misma.