economía
Las cuatro cajas que compró La Caixa han mantenido la marca
La UE exime al Banco de Valencia de la obligación de reducir un sesenta por ciento su tamaño
Caja Navarra, CajaCanarias, Caja de Burgos y Cajasol, las cuatro entidades que formaban Banca Cívica y que, desde el pasado mes de agosto, forman parte de Caixabank, han mantenido sus respectivas marcas en las oficinas de sus territorios de origen.
Un ... modelo que podría extrapolarse al Banco de Valencia que, conforme avanzó ayer ABC, mantendría su identidad . Precisamente ayer, tanto el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, avanzaron que trasladarán a los responsables de la entidad catalana que «mantenga la identidad del Banco de Valencia». La alcaldesa reclamó un esfuerzo para mantener «la singularidad de la entidad, aunque sea en el recuerdo de su nominación».
Mientras, la Comisión Europea bendijo ayer la operación. Las autoridades comunitarias consideran que tras la inyección de 4.500 millones de euros -que surgirán de las ayudas validadas por Bruselas- y otras medidas de apoyo, el coste de la operación «resulta inferior al que supondría la mera liquidación del banco»,aunque advirtieron de que «la asunción de pérdidas por parte los accionistas actuales será especialmente intensa».
El Banco de Valencia reveló que ha sufrido un deterioro de sus activos superior a los 2.062 millones desde el 30 de septiembre como consecuencia de los decretos de saneamiento aprobados por el Gobierno y las aportaciones al denominado «banco malo». A diferencia del resto de entidades españolas que han recibido ayudas de la UE, el Banco de Valencia no está obligado a reducir un 60% su tamaño , aunque Caixabank deberá eliminar las duplicidades propias de una absorción. Ayer, las acciones de la entidad valenciana lideraron la caída en Bolsa, con un 17,8%.
En este contexto, volvió a emerger la controversia por la coincidencia de intereses de CaixaBank en el accionariado de Aguas de Valencia y Aguas de Barcelona (Agbar) que, como informaba ayer este periódico, genera especial preocupación entre la clase política, que ayer pidió que se conceda autonomía a la forma hídrica. El presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, sostuvo que «no es lógico» que «un competidor directo obtenga, por un euro y con ayudas públicas, el 49%» de la sociedad, cuando la Caixa posee una participación del 24,14% en Aguas de Barcelona.
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