La Caixa mantendrá la marca del Banco de Valencia

Las grandes fortunas se encargaron de llevar adelante un banco que, lastrado por una gestión que se dirimirá en la Audiencia Nacional, que ha imputado a sus antiguos directivos, llevó a la entidad a una situación agónica . Intervenida por el Banco de España y sin músculo financiero entre el empresariado local para hacer frente a un «rescate» interno, la salvación ha vuelto a llegar desde Cataluña . Al igual que sucedió en el caso de la compra de Caja Mediterráneo (CAM) por parte del Sabadell tras la intervención de la entidad alicantina.

En este caso, los empresarios valencianos y la clase política local habían mostrado ciertos recelos por la llegada de La Caixa. Se da la paradoja que ahora controlará el grueso del capital de Aguas de Valencia y Aguas de Barcelona (Agbar), enfrentadas en los tribunales por una competencia brutal. Un detalle que no pasaba desapercibido ayer en la más altas esferas políticas, escépticas hasta el último momento con la operación.

Las opciones del BBVA y de Bankinter eran mejor vistas. Sin embargo, La Caixa ya ha mostrado algunos guiños. Al igual que ha sucedido con las cuatro cajas que ha integrado en Banca Cívica , la entidad catalana prevé mantener la marca del Banco de Valencia en la Comunidad Valenciana y Murcia. Unos territorios en los que La Caixa duplicará al 12% su cuota de mercado y alcanzará el 15% de las oficinas, dentro de su plan estratégico.