La agenda del alcalde de Valencia lo situaba en la ópera mientras se decidía la suspensión de las Fallas por el coronavirus

Al encuentro acudieron el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, y los vicepresidentes Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau, así como los consellers Ana Barceló y Arcadi España, y el concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia, Carlos Galiana, también en su condición de responsable de la Junta Central Fallera.

Llamó la atención desde el primer momento la ausencia de Ribó , teniendo en cuenta la resolución histórica de aplazar las fiestas más importantes de la ciudad que gobierna. Tampoco estuvo presente, por tanto, en la comparecencia posterior de Ximo Puig acompañado por varios miembros del Ejecutivo autonómico. Y no se trasladó ninguna explicación oficial al respecto.

La primera valoración pública formal sobre la suspensión de las Fallas por parte del alcalde de Valencia ha llegado pasadas las 13.00 horas de este miércoles en una comparecencia junto al equipo de Gobierno local. Preguntado al respecto, ha señalado que recibió la llamada de Puig a las 20.22 horas, y que fue entonces cuando suspendió su agenda , que en ese momento lo situaba en la ópera.

Sobre su no asistencia a la reunión, ha indicado que no va «donde no le invitan» . Aunque no ha aclarado si lo pidió. Sí publicó un tuit a las 23.00 horas, bastante tiempo después de la comparecencia en la que el presidente de la Generalitat anunció la decisión.

El revuelo generado al respecto ha arrojado versiones contradictorias en los círculos de PSPV y Compromís . Desde los primeros se asegura que Presidencia intentó contactar con Ribó antes de las 20.00 horas para darle un tratamiento especial como primer edil de la tercera ciudad de España, en la que se iba a tomar una determinación tan trascendental. Se pretendía trasladarle que iba a tener lugar la cita y darle la opción de acudir, señalan. Pero no cogió el teléfono .

Desde la coalición comentan que a ellos se les convoca alrededor de las 19.40 horas a la reunión en el Palau, y a Ribó lo llama Puig a las 20.22 horas, por lo que los cálculos evidencian, en su opinión, que ni se le avisó con tiempo ni se le invitó.

Sea como fuere, el alcalde de la ciudad optó por mantener su agenda hasta que supo con certeza que se suspendían las Fallas pese a que era una posibilidad que podía llegar en cualquier momento dada la sucesión de acontecimientos de la jornada.