Hazte premium Hazte premium

El plan del independentismo para el control social en pueblos y ciudades

La Assemble Nacional creará una «subestructura gubernamental» para controlar entidades e iniciativas ciudadanas

Manifestación soberanista el pasado diciembre en Barcelona ORIOL CAMPUZANO

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Después de comprobar como su capacidad de marcar las decisiones de la Generalitat ha tocado techo el independentismo se ha marcado un nuevo objetivo: alzarse como árbitro de la vida local de pueblos y barrios y consolidar así la penetración del secesionismo en capas de la sociedad catalana hasta ahora ajenas al «procés». «Ensanchar la base», en jerga republicana. Para ello, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) quiere impulsar la puesta en marcha de «Consejos Locales de la República», órganos que tengan una capilaridad extrema en pueblos, ciudades y barrios y que acaben siendo los que articulen la vida vecinal, social y política más cercana a la ciudadanía.

Según exponen desde el secretariado de la entidad que presidieron Carme Forcadell y Jordi Sánchez antes de entrar en prisión, su meta es clara: «Crear una estructura civil no autonómica donde asentar las bases del nuevo Estado ». Para lograr este objetivo de alinear la rica vida asociativa de Cataluña con sus intereses, la ANC se marca una lista con once propósitos. Entre estos llama la atención su voluntad de que los denominados «consejos republicanos» –réplicas locales del Consejo de la República que dirige Carles Puigdemont desde Bélgica– se asienten como el «punto de encuentro» de iniciativas locales de todo tipo, tanto aquellas centradas en la causa soberanista como cualquier otra acción de voluntariado o apoyo a «entidades sociales».

Esto supone un paso más allá en la campaña impulsada por la Assemblea para lograr que personas afines a su entidad copen los órganos que dirigen colegios profesionales, cámaras de comercio, asociaciones locales e incluso cooperativas agrícolas. La «subestructura gubernamental» de Cataluña, al fin y al cabo. Para ello, la ANC está dispuesta a poner a disposición de sus afines toda la maquinaria propagandística y de voluntarios que tiene a su disposición con tal de sus candidaturas sean imbatibles en medios y apoyos. Ese proceso está en pleno funcionamiento en las elecciones a las cámaras de comercio que habrá esta primavera en Cataluña.

Fuentes empresariales confirmaron a ABC que la Assemblea lleva semanas desarrollando una activa campaña para tratar de construir candidaturas con «afines» que les cedan el control las Cámaras de Comercio. Así las cosas, la entidad ha contactado a varios directivos catalanes para hacerles saber que está a la caza de nombres para sus listas. Una autentica campaña de «márketing telefónico» que ha llevado a la sorprender a algunos empresarios que no entendían de dónde habían sacado sus números de teléfono, apuntan esas mismas fuentes. Sin embargo, el grueso del empresariado catalán no ve con buenos ojos la politización de sus órganos patronales y, por el momento, ningún candidato a la presidencia de la Cambra de Comercio de Barcelona se ha signficado a favor de la Assemblea.

Penetración social

En cuanto a la penetración en entidades sociales, la preguna que surge es:¿se acabará viendo a voluntarios de la ANC repartiendo comida en barrios necesitados? Según el catálogo de acciones que prevé realizar la Assemblea con sus Consejos Locales República no es una imagen descartable. No en vano, contemplan que los «Consejos de la República» también sirvan para «canalizar necesidades sociales no atendidas». Esa línea de acción coincide con la que llevan tiempo realizando los autodenominados «Comités de Defensa de la República» (CDR) , que entre sus actividades figuran las acciones para parar desahucios, función que hasta no hace mucho monopolizaba la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que lideró Ada Colau.

Toda esta estrategia de «penetración social» tiene como meta ampliar el apoyo al secesionismo entre los grupos de población más alejados del procés. No en vano, en algunas catalanas los resultados electorales confirman que independentismo tiene una escasa penetración social. Es el caso de algunas de las localidades más pobladas de la comunidad –situadas sobretodo la periferia de Barcelona– como L’Hospitalet de Llobregat, Badalona, Sabadell o Santa Coloma de Gramanet. En algunos de estos casos, el porcentaje de voto independentista en las últimas elecciones autonómicas no superaba el 30%.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación