El Parlamento catalán aprueba la desconexión de España

Con esta aprobación arranca un proceso de desconexión que incluye la aprobación de leyes destinadas a construir estructuras de estado antes de un mes -ley de proceso constituyente, de hacienda pública y de seguridad social- y, especialmente, el desacato a las instituciones españolas en general y al Tribunal Constitucional, en particular.

El texto entiende que hay un «mandato democrático» salido de las urnas en las elecciones autonómicas del pasado 27 de septiembre, para que, de forma «pacífica», Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república tras un «proceso constituyente» que debe culminar en la aprobación de una Constitución catalana.

También prevé la negociación con el Estado, la Unión Europea y la comunidad internacional. El documento contiene un anexo que contempla un plan de choque de carácter social para combatir la pobreza energética y defender el derecho a la vivienda y el aborto.

El acuerdo es el resultado del proceso de negociación entre Junts pel Sí y la CUP. Los votos de la formación antisistema son necesarios para investir a Artur Mas presidente, lo que ha obligado a Junts pel Sí a aceptar una resolución de máximos. Sin embargo, la CUP insiste en que no votará a favor del líder de CDC, que esta tarde se someterá a la primera vuelta del debate de investidura, donde se requiere mayoría absoluta para ser designado presidente de la Generalitat.