Las fiestas de Gràcia recobran el pulso de la mano de la tradición
La semana grande del barrio barcelonés arranca hoy con más calles decoradas y un programa más familiar
Civismo, tradición y familia. Las tres palabras mágicas que el barrio de Gràcia convirtió en receta milagrosa para reflotar su fiesta mayor vuelven a conjugarse a partir de hoy. Atrás quedan, o por lo menos esa es la intención, los años de incidentes nocturnos, revueltas ... a la hora de desalojar las plazas y un modelo en el que los colectivos alternativos estaban acaparando gran parte del protagonismo.
Para el Ayuntamiento y el distrito, el camino a seguir es el de las últimas ediciones, lo que significa potenciar las actividades diurnas y devolver la importancia a la decoración de las calles, auténtica seña de identidad de la que, oficiosamente, es la fiesta mayor de verano de Barcelona. De ahí que la Fundació Festa Major de Gràcia esté de enhorabuena, ya que continúa la tendencia al alza y este año habrá un total de 17 calles engalanadas, una más que el año pasado, al sumarse un tramo de la calle Fraternitat. El año pasado ya se había incorporado la calle La Perla y en 2011 está previsto que sea Camprodón la que se embellezca para la ocasión. Lo que también crece es la preocupación a que el vandalismo se cebe con el trabajo desinteresado de los vecinos, por lo que siete de las 17 calles participantes contarán este año con seguridad privada. Por si acaso alguien no se da por enterado, los vasos desechables que se reparten en los bares llevarán impreso el lema «Respetemos las decoraciones».
Así, recuperado el rumbo de la tradición, Gràcia abre hoy su semana grande con sus calles en technicolory el pregón del popular cocinero Isma Prados como pistoletazo de salida. Por delante queda una semana en la que se acumularán más de 700 actividades, la mayoría de ellas de carácter diurno y destinadas a un público familiar.
Control nocturno
Será por la noche, sin embargo, cuando el consistorio tendrá que poner todos los medios para preservar la tranquilidad de los vecinos, por lo que los espacios cerrarán entre semana a
las dos de la madrugada y los viernes y sábados a las 3.30 horas. En las plazas del Sol, Diamant y Revolució el cierre se adelantará a la una de la madrugada, mientras que una decena de escenarios contarán con limitadores de sonido para controlar el exceso de decibelios.
Los responsables del distrito también han anunciado un incremento de las inspecciones a locales para garantizar el cumplimiento de los horarios, ya que los colmados y comercios de comida para llevar deberán bajar la persiana a las 11 de la noche para evitar el botellón. El Ayuntamiento, por su parte, ha anunciado que, coincidiendo con las fiestas, pondrá en marcha una campaña informativa en colaboración con la Federación Catalana de Asociaciones Recreativas Musicales para promover el civismo nocturno y disuadir del consumo de alcohol que ofrecen los lateros en las plazas más representativas del barrio. Y es que la venta ambulante provocó que los comerciantes de Gràcia dejaran de ganar 100.000 euros en 2009 y 200.000 en 2008.
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