El responsable de seguridad de Colau: «Tenemos un problema grave en Ciutat Vella»

Así lo ha dicho este miércoles durante la Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención de este miércoles a raíz de una proposición de JpC, que se ha aprobado por unanimidad y que pide trabajar con el consenso vecinal, social y político para encontrar nuevas estrategias para «mejorar la seguridad y la convivencia de Ciutat Vella».

«Ciutat Vella debe ser una misión compartida y necesita un abordaje integral desde todas las dimensiones y generando los consensos necesarios», ha destacado Batlle, que ha destacado que ya se han generado espacios de diálogo con los vecinos para compartir el diagnóstico y recoger propuestas que se están analizando para aportar soluciones concretas.

Por otro lado, ha asegurado que harán los refuerzos policiales que se tengan que hacer y que a finales de julio se habrán incorporado cerca de 300 agentes de una nueva promoción de la Guardia Urbana, y ha destacado la coordinación entre Mossos d'Esquadra y la policía barcelonesa, una relación que se encuentra en un «momento dulce».

«No buscamos milagros, no los habrá. Debe haber trabajo continuado en una situación que nos preocupa», ha sostenido, y ha explicado que este martes se reunió con el fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres, para trasladarle cómo se está viviendo la recuperación de la normalidad en la ciudad desde el punto de vista de seguridad.

La oposición ha insistido en ir más allá de un plan de choque y abordar políticas transformadoras y planes específicos para «cortar el riesgo de agravio de una de las principales problemáticas» de la ciudad.

En la misma comisión, el Gobierno municipal ha aceptado un ruego de JpC que reclama que se destine la antigua sede del Consell Comarcal del Barcelonès a crear un nuevo equipamiento para la Guardia Urbana de Ciutat Vella para poder instalar varios operativos «que ya no tienen cabida en la actual sede de La Rambla».

Batlle ha subrayado que están trabajando en ello desde el inicio del mandato, cuando conocieron la posible disponibilidad de este espacio, y que no solo se ha abordado la necesidad de incorporar este equipamiento sino el uso que se le debe dar.

Asimismo, ha sostenido que también les preocupa el futuro la Sala Central de Mando de Barcelona , situada en la calle Lleida, y que han pensado en la posibilidad de poder destinar este equipamiento a la antigua sede del Consell Comarcal del Barcelonès.