Operan, por primer vez en Cataluña, el cáncer de pulmón con cirugía robótica puntera

Gracias al uso de esta técnología robótica, altamente especializada, se puede extraer todo el lóbulo pulmonar con pequeñas incisiones, lo que reduce el dolor postoperatorio  y favorece una rápida recuperación, según precisan fuentes del hospital. 

La cirugía tradicional para esta patología, que implica que el cirujano realice incisiones de 15-20 centímetros y la apertura de las costillas para llegar al pulmón, es altamente invasiva y puede causar un elevado dolor postoperatorio y una lenta recuperación. Con la cirugía tradicional, el postoperatorio se puede prolongar de siete a diez días, que se reducen a tres días con esta intervención altamente especializada.

En 2011, Vall d’Hebron incorporó la técnica de videotoracoscopia  para el tratamiento quirúrgico de las resecciones pulmonares que permite operar con pequeñas incisiones a partir de las cuales se introducen hasta cuatro instrumentos quirúrgicos.

Ahora, el centro barcelonés da un nuevo paso para mejorar la precisión en este tipo de cirugía y la calidad de vida del paciente después de la intervención. Desde el pasado mes de febrero, el hospital emplea el robot  Da Vinci de última generación para la cirugía de cáncer de pulmón, del cual ya se han beneficiado más de una veintena de pacientes. «Gracias a este robot podemos realizar incisiones de sólo ocho milímetros y extirpar a partir de ellas el lóbulo o la parte del lóbulo que esté afectada de cáncer», explica el doctor Alberto Jáuregui , del Servicio de Cirugía Torácica de Vall d’Hebron. De esta forma, según el experto, «se reduce el dolor postoperatorio y la estancia hospitalaria y se favorece la recuperación, ya que no hay que realizar una herida de 15-20 centímetros ni se separan las costillas del paciente».

Asimismo, subraya Jáuregui, «este robot incorpora material quirúrgico específico para la cirugía de cáncer de pulmón, un factor que es una novedad muy relevante. Y los pacientes requieren menos consumo de calmantes después de la cirugía gracias a las incisiones menores de un centímetro». 

El robot Da Vinci de última generación está formado por tres elementos principales. Una consola quirúrgica, donde está situado el cirujano, que controla desde aquí los instrumentos quirúrgicos mediante dos manipuladores y pedales. La visión desde la consola permite al especialista ver el campo operatorio en tres dimensiones y mover el instrumental dentro del paciente con mucha más precisión. El robot también incluye el carro del paciente, que tiene cuatro brazos móviles que intervienen directamente sobre este y que traducen los movimientos de la mano del cirujano.

Y la torre de visión, que permite visualizar la cirugía mediante cámaras que ofrecen una imagen en alta definición. Además, los brazos y la cámara que se introducen en el paciente son de sólo ocho milímetros de diámetro. Este nuevo robot también incorpora un sistema de imagen fluorescente llamado «Firefly» que permite una localización muy precisa de los nódulos pulmonares. 

Se estima que se pueden beneficiar de esta nueva técnica entre el 30 y el 50 por ciento de los pacientes de cáncer de pulmón potencialmente operables tratados en Vall d’Hebron. 

El robot Da Vinci de última generación también se está empleando en otras cirugías torácicas, aparte del cáncer de pulmón. Es el caso de la cirugía de metástasis pulmonar y la cirugía de la glándula tímica para tumores en esta localización o en el tratamiento de enfermedades como la  Miastenia Gravis .

El Servicio de Cirugía Torácica de Vall d’Hebron ofrece una atención integral de los pacientes que sufren una enfermedad quirúrgica del tórax. Es un servicio de referencia en cáncer de pulmón y en trasplante pulmonar adulto e infantil. Y en 1990 fue el primer servicio en realizar un trasplante de pulmón en el Estado.