Mary's Meal y el viejo cobertizo que alimentó a un millón de niños

Ante esta grave situación funda la organización Mary’s Meal: «Nuestra solidaridad llega en forma de comida». Estos días viaja por el mundo para promocionar su libro «El cobertizo que alimentó a un millón de niños» (Ed Planeta), la historia de su ONG que se empezó a gestar en un viejo cobertizo de su casa familiar de Escocia. (El próximo 8 de febrero lo presentará en el Centro de Innovación de la plaza Santa Bárbara, 2 de Madrid).

«Todos los niños tienen derecho a la comida y hemos buscado una fórmula que alivia esta necesidad; buscamos los alimentos y los llevamos a los colegios», explica Magnus que dejó su trabajo como piscicultor para dedicarse cien por cien a esta gran labor. «Con ayuda de mi madre conseguí llenar un primer camión con equipos médicos escoceses para las gentes de Bosnia Hercegovina y Croacia; hicimos hasta veinte viajes en un año», recuerda con emoción.

El pueblo de Medujore (Bosnia Hercegovina) es muy importante en su historia de voluntario. «Mi primer viaje a Medujore fue a los quince años y después volví con ayuda humanitaria, fue uno de sus nuestros destinos más significativos –concreta- . Ahora es un lugar simbólico en nuestra historia y ahí tenemos un centro de información muy importante».

Pero la hambruna les reclama en muchos puntos del mundo. «En 2002 nos llamaron de Malawi y en 2010 llegué a Haití apenas cuatro días después del terremoto. Ahora somos una gran familia de voluntarios de los cuales nadie cobra nada. En algunos países como en Liberia donde entramos el año pasado hemos conseguido un acuerdo con el gobierno para las gestiones sean más sencillas. Nuestra idea es proporcionar la comida a los niños y en muchos casos proporcionarles las infraestructuras de las cocinas para que sean autosuficientes». Es un sistema “low cost” que cala hondo. «La publicación de «El cobertizo» acerca nuestra historia a todo el mundo. Estoy contento con el libro porque me recuerda los orígenes de Mary’s Meal».