Clara Millet: «Sólo me vincula al caso Palau ser la hija de Fèlix Millet»
Ha puesto sus cargos a disposición del Orfeó
«No deja ser una situación terrible para mi familia». Así de apesadumbrada se mostraba Clara Millet, hija de Fèlix Millet y todavía directora del departamento internacional del Palau (que ella misma formó), ante la llamada telefónica de ABC. «Comprendo que es difícil desvincularme de ... lo que ha hecho mi padre, pero quiero dejar claro que no tenía conocimiento de ello, ni tampoco mi hermana ni mi madre. Todo esto es horroroso y finalmente he decidido dejar mi trabajo en el Palau y mis cargos en la Junta del Orfeó y en la comisión delegada y el Patronato de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música».
Para la joven de 34 años, «obviamente trabajar en el Palau se me estaba haciendo insostenible, y por eso estamos negociando mi despido. La semana pasada puse mis cargos en la junta y el patronato a disposición de la presidenta, Mariona Carulla, y al ver que anoche se reunieron para pedir mi renuncia, ahora lo hago público. Se me hace muy difícil marchar del Palau, porque he estado vinculada a la casa desde que era una niña y aquí he desarrollado toda mi carrera, pero entiendo que se quiera formar otro equipo. En todo caso, la vida sigue adelante y tengo tres hijas preciosas, que es lo importante. La única vinculación con el caso Palau es que soy la hija de Fèlix Millet».
Fuentes del Palau informaron que la ex directora de la Fundació, Rosa Garicano, ha optado por no renunciar a sus cargos en la junta del Orfeó.
La voz de los profesionales
Después de enviarlo el lunes a las administraciones que conforman el consorcio del auditorio modernista, el «Manifiesto por el Palau» redactado por un grupo de profesionales del mundo de la música -intérpretes, compositores, editores y periodistas- explicaron ayer con detalle el objetivo de la iniciativa. Con la asistencia de la portavoz, la periodista Mònica Pagès, de los compositores Xavier Benguerel y Jesús Rodríguez Picó y del pianista Albert Guinovart, entre otros, se procedió a aclarar ciertos puntos: «Sobre todo nos interesamos por denunciar la negligencia en la gestión de los coros de la casa y por una negación constante a abrir el Palau a los músicos catalanes», apuntó Pagès. Xavier Benguerel afirmó que era «inaudito que el Palau no tuviera un director artístico», mientras Picó sentenciaba que «un espacio financiado con dinero público como el Palau debería preocuparse del patrimonio musical del país».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete