Suscribete a
ABC Premium

shambhala

Rosalía y Maria

No es porque sea Maria. Es porque estos corazones dispuestos a latir son el patrimonio más valioso de la Humanidad y sobre ellos podremos dar forma a la esperanza y a la fe que nunca perdimos

Demasiado bueno (9/05/2023)

No reaccionar (24/04/2023)

Rosalía, desde la primera fila de su concierto en el sábado maria sostres
Salvador Sostres

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mi hija tiene la mañana del sábado su primer combate de artes marciales. Por ser su primera competición pública comparece con admirable temple y técnica pero su contrincante compite mejor y gana. Maria sale enfadada, ofendida por haber perdido. Hablamos de qué podía haber hecho ... mejor y enseguida lo tiene claro. Aprende rápido de sus errores, que es la única victoria exigible cuando la principal no se ha producido. La dejo a solas con su enfado, con su ofensa, con esa sensación que te angustia y te ordena y te prepara para competir mejor a la próxima ocasión. Me indigno cuando su madre quiere culpar al árbitro o a la estrategia muy defensiva de la que nos había ganado. Yo quiero que mi hija mastique su derrota y le queme por dentro. Y estoy orgulloso de su rabia, y me veo y me reconozco y me regodeo en ella. Una hija dolorida por haber perdido es un padre con el trabajo bien hecho. No quiero nada menos de ti, Maria.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia