Cataluña se prepara para llevar agua por barco ante la sequía
El Govern estudia «todos los escenarios posibles» para conseguir más agua
Ante la falta de lluvias, la comunidad entra en fase de preemergencia
Reducción de la presión en los grifos domésticos contra la peor sequía registrada en Cataluña
Barcelona
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Iniciar sesiónCon las reservas de las cuencas internas catalanas al 18,5% y la previsión de poca lluvia en las próximas semanas, la Generalitat aprobó ayer que el sistema Ter-Llobregat entre en estado de preemergencia por sequía, una medida que afectará a unos 5,9 millones de catalanes ... (sobre una población total de ocho), y que previsiblemente entrará en vigor la próxima semana. La activación de la preemergencia pretende alejar la puesta en marcha de las restricciones más severas y críticas, con un impacto directo sobre la vida de las personas y en la economía de la región, que sí se contemplan en la fase de emergencia. Según las previsiones, y si no se da un giro meteorológico que los mapas ahora no anticipan, Cataluña entraría en fase de emergencia en la segunda quincena de diciembre, cuando las reservas caigan por debajo del 16%.
Las medidas pretenden hacer frente a lo que es la peor sequía registrada en la región desde que se tienen registros, tanto por su duración –36 meses–, por su intensidad –las lluvias están por debajo de la media– y por la superficie afectada –gran parte de Cataluña–.
Entre las medidas que se contemplan está traer barcos con agua, para lo que ya han empezado los preparativos de adecuación de las infraestructuras en el Puerto, según informó el consejero de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort. Desde el Govern se reitera que estudian todos los escenarios posibles para conseguir más agua, y entre ellos, efectivamente, traer agua con buques, una medida de más impacto en cuanto a concienciación ciudadana que incidencia real, y que ya se adoptó durante la última gran sequía, en 2008.
Otra de las medidas que también está sobre la mesa –esta sí con impacto real– es la reducción de la presión de agua en los grifos, para lo que empresas suministradoras como Aguas de Barcelona ya están haciendo pruebas. La Generalitat estima que esta medida puede llegar a reducir entre el 2 y el 8% del consumo, aunque su aplicación territorial es limitada, ya que no puede por ejemplo implantarse en zonas urbanas con bloques de viviendas con muchas alturas, ya que el agua no alcanzaría los pisos más altos.
La posibilidad de reducir la presión en los grifos es una medida en todo caso que se pondrá a disposición de los municipios, que en la fase de preemergencia verán como se les restringe el volumen máximo de agua de 230 a 210 litros por habitante y día, «incluyendo actividades económicas y comerciales«. Sobre un 20% de la población afectada por el decreto vive en municipios que superan este umbral de consumo (no es el caso de Barcelona y su área metropolitana).
Con la declaración del estado de preemergencia se trata de lanzar un mensaje de aviso a la ciudadanía, con objeto de evitar tener que llegar a las restricciones más severas que comporta la fase de emergencia, y que implicaría, entonces sí, una severa reducción e impacto directo en sectores productivos. En la fase actual, de excepcionalidad, las restricciones se han centrado en los usos agrícolas, ajuste del 40% en el consumo; ganaderos, 30%; y comerciales, 15%. En emergencia, las restricciones prácticamente se doblarían.
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Ahora, y en la fase intermedia en la que entramos, se intensifican algunas de las medidas ya previstas. Así, por ejemplo, el riego de césped quedará prohibido en todos los casos, excepto en superficies destinadas a la práctica federada del deporte, donde el riego se puede mantener con la mitad de la dotación establecida hasta ahora, hasta un máximo de 200 m3/ha/mes.
Según se informó ayer, se permitirá el riego de supervivencia para el arbolado, con la mínima cantidad de agua indispensable, de 20 a 8 horas, y sólo mediante riego gota a gota o regadora. Las piscinas privadas de uso individual o unifamiliar continuarán sin poder llenarse. Sólo se permitirá el rellenado parcial o primer llenado de piscinas de uso público en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua.
En paralelo, queda prohibida la limpieza con agua potable de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares, sean públicos o particulares. De igual modo, los vehículos sólo se podrán lavar en establecimientos comerciales dedicados a esta actividad que cuenten con sistemas de recirculación del agua. Por último, queda prohibido el llenado total o parcial de fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético de el agua.
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