Puigdemont denuncia una agresión al grito de «¡A la cárcel!» en el aeropuerto de Viena

En el escrito en redes, Puigdemont expone que el presunto agresor se ha marchado del lugar corriendo «sin tener la valentía de dar la cara». El expresidente ha dejado claro que se encuentra bien y que, a pesar del accidente, no ha sufrido ningún tipo de daño.

También ha aprovechado el mensaje para explicar que la Central European University de Viena, donde realizó ayer una conferencia, recibió "presiones españolas" para que no se efectuara la charla. Sin embargo, afirma, el centro «hizo caso omiso», y el acto pudo celebrarse con «total normalidad».

Por su parte, el jefe de la Oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha comunicado en Twitter que en muchos viajes internacionales encuentran "ciudadanos españoles" que insultan a Puigdemont. "El expresidente se lo toma bien y con paciencia", escribe. Pero no duda en tildar a sus acosadores como "seres de odio".

En el mensaje pide también al consejero de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, la protección del expresidente por parte de los Mossos d'Esquadra que le "corresponde por ley".

A pesar de su convulso mandato, Puigdemont nunca sufrió un accidente similar durante los tres años que estuvo al frente del Govern. Para hallar un altercado parecido hay que remontarse a 2011, cuando el por entonces Alcalde de Gerona fue insultado y agredido por unos manifestantes que protestaban contra los recortes de sanidad que estaba aplicando el Ejecutivo de Artur Mas.

En esa ocasión, cuando Puigdemont se dirigía a un local donde iba a pronunciar una conferencia el consejero de Sanidad, Boi Ruiz, se vio rodeado por un grupo que le arrojó objetos y le propinó patadas mientras le bloqueaba la entrada al recinto. Puigdemont resultó herido con varios moratones en una pierna y en la cara.