Investigan la muerte de dos menores y su padre intoxicados con gas en Barcelona

Fue así como, sobre las 17.30 horas, la Policía catalana se desplazó hasta el inmueble a requerimiento de la mujer. Tras varios intentos y al ver que nadie abría, fueron los Bomberos los que consiguieron acceder a los bajos, a través de una ventana. Allí, los efectivos de emergencias detectaron «un fuerte olor a gas» y localizaron los cuerpos sin vida del padre y de los dos niños.

Una vez ventilada la vivienda, y verificado que no existía riesgo por la gran concentración de monóxido de carbono, los Mossos activaron a la Científica, que ha recabado indicios para tratar de esclarecer las causas del suceso. También a la unidad de Investigación que trata ahora de esclarecer lo ocurrido: si se trata de un accidente o de una acción deliberada del padre.

Los menores, según señalaron fuentes policiales, debían haber sido devueltos a su madre tras las vacaciones de Navidad. Igualmente, este lunes no se reincorporaron a las clases, lo que llevó a la progenitora a alertar a los Mossos. De hecho, fue la mujer, acompañada de una agente, la que se desplazó hasta el inmueble, ante el que realizó varias llamadas que nadie contestó, según detallaron a este diario dos vecinas, Paqui y Carmen.

El padre de los menores, separado de la mujer, estaba viviendo de alquiler en los bajos del edificio del paseo Universal desde la pandemia. Según informó el Tribunal de Justicia de Cataluña (TSJC), no hay antecedentes de violencia entre éste y la progenitora

Fueron Paqui y Carmen las que escucharon «los gritos desesperados» de una mujer –luego supieron que era la madre de los niños– que ayer por la tarde se acercó hasta el domicilio, los bajos de esta zona residencial, que es como un pequeño pueblo «donde todos se conocen», en palabras de Luis, que regenta un bar a escasos metros de la vivienda donde la Policía catalana localizó los cadáveres de padre e hijos. A pesar de ello, no recordaba haber visto al progenitor. Cuando llegó a su local, sobre las 19.30 horas, se encontró con el despliegue de equipos de emergencias y patrullas policiales. Paqui, que vive enfrente, en el número 46, sintió el fuerte olor a gas cuando los Bomberos abrieron la vivienda para ventilar.

Pasadas las 22.00 horas, la comitiva judicial ya había efectuado el levantamiento de los cadáveres. Ahora serán los investigadores los que deberán confirmar si se trata de un caso de violencia vicaria. El Juzgado de Instrucción 26 de Barcelona ha decretado el secreto de las actuaciones.