El independentismo más radical se organiza para presentar una «lista cívica» a las próximas autonómicas
El sector crítico de la Assemblea Nacional impulsa el movimiento unilateralista D'empeus
La iniciativa cristaliza la frustración y enfado con el «autonomismo» de los partidos tradicionales
El independentismo reconoce su agonía

«Sí, la independencia es posible: fue posible en octubre de 2017 y es posible hoy. Y por eso, los firmantes, nos rebelamos ante el desánimo y la narrativa que plantea que la no consecución de la independencia es porque no era posible ni ... entonces ni ahora». Así arranca el manifiesto del colectivo D'empeus per la Independència (De pie por la independencia), que fija como principal objetivo la articulación de una «lista cívica» para concurrir a las próximas elecciones autonómicas ante la «parálisis» en la que denuncian se han instalado los partidos políticos.
Así, D'empeus viene a ser la cristalización del descontento que entre los sectores del independentismo más hiperventilado se tiene no solo hacia los partidos secesionistas, que a su criterio han traicionado al movimiento renunciando a la unilateralidad, sino también hacia la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ahora consideran plegada hacia esa estrategia.
De hecho, la iniciativa está impulsada por el sector crítico de la ANC, y entre los firmantes están la expresidenta de esta entidad Dolors Feliu, numerosos dirigentes de la entidad y activistas como Roger Español, que perdió un ojo por una pelota de goma durante los incidentes del 1-O de 2017. Descontentos con la estrategia de la actual dirección liderada por Lluís Llach, contraria a la articulación de una lista electoral propia, y, sobre todo, con Junts, ERC y la CUP, la nueva iniciativa pretende actuar a modo de revulsivo de un movimiento desorientado y frustrado por la nueva situación política.
«Somos personas comprometidas que no nos hemos rendido a pesar del cansancio, la represión y el desánimo (...) y no queremos permitir que lo que ganamos en las urnas y en la calle, la política institucional lo vuelva a estropear. Nos rebelamos contra la voluntad premeditada de los partidos actuales llamados soberanistas a imponer un marco mental de derrota y de aceptación y sumisión a España. Queremos la independencia de Cataluña y la queremos en las próximas elecciones», apuntan sus impulsores.
Su principal baza, la lista electoral propia, una amenaza recurrente, pero nunca cristalizada, de la ANC en los últimos años para presionar a los partidos independentistas para que no renuncien a la unilateralidad y adopten unas posiciones maximalistas que la realidad electoral ha desmentido. La tesis de sus impulsores es que así se podía empujar a las organizaciones políticas tradicionales bajo la amenaza de un movimiento que desde la base los acabe desbordando. Una vez la ANC ha rechazado esta posibilidad -una consulta interna en marzo de 2024 rechazó por la mínima esta posibilidad , parte de los asociados críticos de esta entidad, así como otros adheridos, buscan ahora retomar esta iniciativa, pero desde fuera de la Assamblea.
«Es necesaria una opción electoral creíble, surgida desde la base, con la participación activa de la ciudadanía que elija los representantes, y que sea capaz de liderar la mayoría transversal del independentismo. Que tenga como única prioridad la independencia y contribuya a aglutinar las nuevas iniciativas políticas que puedan surgir», se apunta en el manifiesto de D'empeus. «El debate político debe volver a centrarse en la independencia. Es necesario evidenciar que es la única alternativa posible y, desde la transversalidad, convertir las próximas elecciones de nuevo en plebiscitarias sobre la independencia y asumir la unilateralidad como única estrategia realista para alcanzarla», añaden los impulsores de un movimiento que se presentará en un acto público el próximo 5 de junio en el barrio de Sants de Barcelona.
Entre los objetivos de la iniciativa, «poner en pie y movilizar el independentismo y el voto independentista para lograr de nuevo la mayoría parlamentaria. Defender el catalán como única lengua común del país y vehicular en la escuela. Declarar y sostener la independencia por parte del Parlamento de Cataluña y desarrollar las acciones jurídicas, financieras y administrativas que corresponden para hacer efectiva la independencia y sostenerla en el tiempo».
Falta por ver qué recorrido tendrá una iniciativa que, como principal dificultad, se enfrenta al desánimo de un independentismo que, tras fracasar en 2017, ha visto como Junts y ERC perdían la Generalitat en manos del PSC y con Salvador Illa de presidente. En la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (marzo de 2025), el porcentaje de catalanes partidarios de la independencia caía hasta el 38%, el valor más bajo de la serie histórica.
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