Las denuncias por violencia sexual en Cataluña aumentaron un 28% durante el verano

Pese al alarmismo que se generó en torno a los denominados 'pinchazos' en discotecas, por la que los afectados referían un mareo posterior, de las más de 200 denuncias que se interpusieron en el territorio durante el periodo estival -de ellas dos tercios en agosto-, en ningún caso se produjo un asalto posterior. Ni para perpetrar un delito contra la indemnidad sexual ni tampoco para robar a las víctimas. «En ningún caso ha quedado probado», ha señalado la inspectora de los Mossos d'Esquadra Montserrat Escudé.

Respecto al conjunto de violencias sexuales, el 60 por ciento de los atacantes no tenía relación previa con la víctima -eran «desconocidos»-, y la mayoría de asaltos se han producido en domicilios -casi cinco de cada diez-. Según muestran los datos policiales, la franja horaria donde se perpetran mayor número de asaltos es entre las once de la noche y las siete de la mañana y, casi la mitad -1.623 del total de 3.204 entre enero y octubre-, se registran durante el fin de semana.

A pesar del incremento, este tipo de denuncias no llegan ni al uno por ciento del total de las que se formalizan ante la Policía catalana, lo que, según la inspectora, pone de manifiesto la «gran cifra oculta» que existe sobre esta tipología delictiva. Hasta octubre se han registrado 51 agresiones grupales -el 1,6 por ciento del total- en el territorio. De ellos, 12 casos se han registrado durante el verano. El espacio vinculado a este tipo de agresiones sí es el ocio nocturno, ya sea en la vía pública o en el interior de los locales.

En cuanto al perfil del agresor, el 96 por ciento son hombres -2.336-, frente al 86 por ciento de denunciantes mujeres. De ellas, casi cuatro de cada diez, menores de edad. La franja de entre 13 y 17 años supone casi el 23 por ciento de las víctimas.

De las metodologías más utilizadas por los agresores para asaltar a las víctimas está la de aprovechar su «vulnerabilidad», causada por el consumo voluntario de sustancias (estupefacientes o alcohol). Y el agresor más habitual es el que no tenía relación previa con la afectada. Es decir, no pertenece a su entorno.

Durante 2022, se han denunciado en Cataluña 1.041 agresiones sexuales; 1.841 abusos sexuales, así como 92 actos de exhibicionismo. También contacto con menores para solicitar material de tipo pornográfico -se han registrado 63 quejas ante la Policía- y 51 casos de acoso sexual.

Respecto a la sumisión química, representa el 7 por ciento del total de denuncias. En estos casos el autor sí era conocido en la mitad de los casos.