Cinco días escondida en Barcelona para escapar de un matrimonio forzoso

«Se había escapado de casa y tenía miedo», explica a este diario Huma, que fue quien dio cobijo a la pareja, que temía las represalias del padre de ella. Fue así como alertó a la Policía que, finalmente, detuvo al progenitor, el pasado 21 de mayo. Está acusado de trata de seres humanos, favorecimiento de la inmigración irregular y falsedad documental. Y es que el hombre ya había casado a otra de sus hijas, en 2021, en un enlace concertado.

En agosto de aquel año, toda la familia se desplazó a su país de origen, Pakistán, para asistir a la boda. Una vez allí, el padre pretendió casarla también con otro de sus sobrinos. Al negarse, la agredió con «extrema violencia». Según detalló ella misma a los agentes, fueron las graves lesiones que sufrió las que impidieron que se celebrase entonces la ceremonia.

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El individuo insistió en que la boda ya se había concertado y que debía prevalecer su criterio como cabeza de familia. De hecho, existen documentos -los que le obligó a firmar a golpes- que certifican que la víctima sí está casada. A este respecto Huma precisa que no son válidos, ya que «el islam prohíbe los matrimonios forzosos».

La intención del progenitor era que su sobrino pudiese vivir en España. La boda era la manera de que obtuviese permiso de residencia, al casarse con la joven, residente legal en el país, con permiso renovado.

En otra culturas, la figura del padre, cabeza de familia, se erige como la única autoridad legitimada para concertar matrimonios, completamente al margen de la voluntad de sus hijas; quienes, habitualmente, se ven obligadas a casarse con familiares, tras los pactos y arreglos de éstos. La aceptación de los matrimonios se da por supuesta y sobre las hijas pesa la losa de ser las garantes del honor e integridad de sus familias. Es decir, en caso de no acceder a los matrimonios son ellas las culpables de 'mancillar' el apellido familiar.

Contra esta lacra lucha Huma desde 2005, cuando fundó la asociación para garantizar los derechos de las mujeres pakistaníes en Barcelona. Ahora, tras su ayuda, tanto la víctima como su pareja se encuentran a salvo, con la asistencia y protección que les brinda una oenegé. Tras pasar a disposición judicial, el progenitor de la joven ha quedado en libertad con cargos, a la espera de juicio. Sobre éste pesa una orden de alejamiento para que no pueda acercarse tampoco a su mujer, ni a sus dos hijas.

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