Ola de «solidaridad» con los desplazados por los incendios de León y Zamora
Vecinos y voluntarios de Astorga y La Bañeza se vuelcan con los evacuados de los pueblos leoneses afectados por el fuego originado en Molezuelas de la Carballeda
Un fallecido, varios heridos y miles de evacuados en unos incendios que no dan tregua
Valladolid
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Iniciar sesión«Nos estamos volcando». Así resume el alcalde de La Bañeza, Javier Carrera, la ola de solidaridad que se puede ver en los lugares acondicionados en el municipio para acoger a los miles de vecinos evacuados desde el lunes de los pueblos leoneses afectados por el voraz incendio que se inició en Molezuelas de la Carballeda (Zamora) ... . Aunque en un principio les dijeron que debían tener previsto hasta cinco emplazamientos, finalmente en la considerada como capital de la comarca de La Valduerna, mantienen habilitados el Polideportivo Municipal y las instalaciones deportivas del colegio San José de Calasanz. Hasta ellos llegaron el pasado lunes «unas 660 personas» y ayer recibieron unas 1.200, aunque las que han pasado la noche allí son algo más de 300, ya que muchos de ellos han preferido dormir en casas de familiares y hoteles.
«El tema asistencial está completamente cubierto», incide el primer edil, que detalla que la situación entre los desplazados es de «calma», aunque «lógicamente quieren tener noticias de sus municipios». «Yo, ante todo, lo que reclamo es prudencia porque todos los servicios de extinción se están volcando para apagar los fuegos».
Voluntarios de Cruz Roja y de Cáritas están colaborando en la atención, entre la que se encuentra el reparto de desayunos, comidas y cenas. De estas últimas, se administraron la pasada noche «unas 900». También desde Sacyl está cubierta la asistencia sanitaria y se han habilitado espacios en los polideportivos para atender a la gente mayor «y que no tenga que ir al centro médico», aunque se derivarían todos aquellos casos que lo necesiten, apunta el alcalde.
No solo La Bañeza, también en el municipio de Astorga, a donde se derivaron parte de los evacuados anoche debido a la avalancha de afectados, se han volcado en su atención. Allí se encuentran muchos de los desalojados de pueblos que están siendo devorados por las llamas. En la capital maragata están instalados en el seminario y en el Acuartelamiento Santocildes. También se han dispuesto residencias y un albergue gestionado por los franciscanos.
En el acuartelamiento se encuentran Ángeles y Mónica, dos de las 4.000 vecinas evacuadas a última hora del martes. Dejaron su casa de Rivas de la Valduerna junto a sus mascotas, tres 'yorkshire' y una mastina, Lara, con la que han pasado la noche en el pabellón habilitado en el recinto militar. «Aquí, nos han facilitado todo; de diez, con una atención espectacular en todos los sentidos», explica a Ical Mónica, dispuesta a intentar regresar a su hogar en cuanto se lo permitan: «Nos gustaría comprobar que no llegó del fuego, como nos han dicho».
Algunas personas con necesidades especiales han sido trasladados a espacios en los que pudieran ser atendidos. Es el caso de tres hermanos de avanzada edad que han sido realojados en una residencia de personas mayores.
En el seminario de Astorga pasaron la noche unas 150 personas. El rector, Luis Fernández Olivares, destaca la respuesta de los voluntarios y, en general, la de muchos vecinos: «Ha sido un vuelco de solidaridad tremendo de toda la ciudad y se han recogido muchísimos alimentos».
En este sentido, el alcalde de La Bañeza ha alertado de bulos que están corriendo por las redes sociales diciendo que hace falta comida cuando no es cierto, ya que el Ayuntamiento se está encargando de todo el avituallamiento. «Por favor, yo lo que pido es prudencia, que se siga las instrucciones del Cecopi, la Guardia Civil y Emergencias porque si hacemos lo contrario, lo que se crea es caos. No necesitamos alimentos, estamos totalmente cubiertos».
En La Bañeza se encuentra también Ángel García, responsable de Socorros y Emergencias de Cruz Roja en Castilla y León. La ONG gestiona seis albergues, cuatro en la provincia de León, para acoger a los desplazados. Entre ellos, se encuentra los tres acondicionados en la capital de la Valduerna, con 280, 87 y 16 personas respectivamente, estas últimas de movilidad reducida. Explica que la atención que se brinda desde la ONG pasa, lo primero, por «cubrir las necesidades básicas de unas personas que tuvieron que salir de su casa de forma virulenta». Para ello, se les proporciona ropa, avituallamiento, un kit de higiene y los medicamentos que precisen, ya que se trata fundamentalmente de personas mayores, muchas de las cuales tienen una medicación diaria: «Hablamos con el centro de salud para ver qué es lo que necesitan, vamos a recoger la receta en la farmacia y se lo entregamos».
Apunta este responsable de Cruz Roja que otro aspecto fundamental es el apoyo psicosocial con el fin de «intentar minimizar esa sensación de intercitumbre que tienen».
Explica que la situación que se está viviendo estos días por parte de los afectados es de «una calma tensa», pero con «una gran incertidumbre» acerca de qué se van a encontrar cuando vuelvan. «La mayoría tuvieron que salir de casa de forma muy rápida cuando veían que las llamas se acercaban». Un desasosiego que, recuerda este profesional, aumenta según van pasando los días y ve que la extinción del incendio se alarga.
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