En la trastienda de los Goya en Valladolid

Este sábado, a pocas horas de la celebración de la gala, nada tiene que ver con el recinto ferial que habitualmente acoge eventos tan señeros como la Feria Internacional de Turismo de Interior. En las últimas tres semanas, un amplio equipo de operarios, técnicos, floristas y especializados en eventos se han encargado de dar prácticamente a un recinto que este sábado luce totalmente remozado, eso sí, con una instalación efímera, que desaparecerá en los próximos días. Algunos de estos cambios ya se intuían en el vídeo de 40 segundos que hace unos días publicaba la Academia de Cine en su cuenta de 'X' de los Premios Goya realizado por la Universidad Camilo José Cela.

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Un vídeo que, por cierto, procedieron a 'despublicar' a las pocas horas, quizá conscientes de que estropeaba el 'factor sorpresa' de esta noche. En él se podía ver cómo iban creciendo gradas y envolvían el escenario, opción que probablemente se haya elegido al no poder ganar tanta altura como acostumbran a tener los auditorios al uso.

Lo primero que llama la atención nada más entrar es el tono de la alfombra, que en esta ocasión no es roja sino que vira a un tono fucsia. Comienza en el mismo patio del recinto ferial, antes de acceder al meollo, ya estaban esperando desde primera hora de la tarde los 400 anónimos afortunados que, mediante un sorteo, han podido acceder a la alfombra roja. Lo hicieron en torno a las 16.00 horas, al tiempo que los medios acreditados -más de 400-, y han tenido que esperar hora y media antes de empeza a ver desfilar a los primeros invitados de la gala. Desde el primero hasta el último lo han hecho en vehículo y por un lateral del recinto. No les ha evitado el frío que se ha ido incrementando según avanzaba la tarde, pero sí les ha evitado encontrarse con los alrededor de 400 agricultores apostados a escasos metros de la feria con banderas y pancartas en defensa del campo.

Un desfile que, por cierto, ha transcurrido lentísimo durante las dos primeras horas en el photocall, el primer espacio que actores, actrices, directores y demás invitados pisaban ya dentro del recinto para ser fotografiados. Hasta tal punto era la lentitud, que a muchos les tocaba esperar pacientemente en cola para ponerse delante de una cámara o contestar a las preguntas de los periodistas.

No ha sido hasta pasadas las siete cuando han llegado los Javis y Ana Belén, presentadores de la gala, así como algunos de los artistas que actuarán en la ceremonia como David Bisbal o Amaya. Pasado el photocall, los invitados se están trasladando a un espacio dedicado a patrocinadores, donde quienes lo han deseado pueden tomar algo antes de entrar en el auditorio-backstage, el centro neurálgico de esta noche y donde el espacio ha experimentado su cambio más radical. Lo más próximo al escenario es una platea con una capacidad para 400 artistas y acompañantes. Tras ella, la grada para el resto del público invitado, con capacidad para más de 2.400 personas. En total, desde la Academia han cifrado en 2.700 los invitados.

Será cuando termine la gala cuando, quienes lo deseen accedan a la última de las estancias remozadas, un 'espacio club', que estará amenizado con conciertos. También cuando puedan disfrutar los 32.000 pinchos y 6.000 guisos preparados por establecimientos de Valladolid que han sido galardonados en diferentes concursos gastronómicos. Pero para eso aún falta tiempo, ya que la ceremonia, que contará con hasta ocho actuaciones -a los mencionados David Bisbal y Amaya se sumarán Estopa, María José Llergo, India Martínez, Niña Pastori y Silvia Pérezc Cruz y Salvador Sobral- promete ser larga.