La tauromaquia, en la 'suerte' de modernizarse
La Junta y los «muchos» actores de un «complejo» sector trabajan de la mano para sacar el 'pañuelo' blanco a una nueva regulación que garantice el futuro de la Fiesta
El Gobierno regional cita al sector para hacer «entre todos un reglamento taurino ejemplar»
Festejos por el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, en una imagen de archivo
Ganaderos, profesionales, aficionados, veterinarios, sanitarios, empresarios, escuelas, administraciones... «Muchos» son los actores en torno a la tauromaquia, un sector «complejo» con un basto pasado, un presente todavía marcado por el 'puyazo' de la crisis del Covid-19 y la suspensión de festejos y ... convencido a la vez de que tiene «futuro. ¡Y mucho!».
A la 'suerte' de la «modernización» fía su porvenir, con la 'muleta' de un nuevo reglamento taurino en Castilla y León para cuya elaboración la Junta ha citado al ruedo a «todos» los implicados. «Que nada quede sin discutir», subrayó esta semana el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en las jornadas celebradas en Salamanca para debatir en torno a la nueva norma que quieren que reciba el pañuelo blanco del tendido y salga a hombros. «Que sea reconocida por el sector» y sirva para «dar futuro» a la tauromaquia.
«La vida cambia y hay que modificar las cosas. Evolucionar siempre», señala Mateo Carreño, gerente de la plaza de toros de Salamanca, convencido de que «sí» es necesario un nuevo reglamento. El propósito es que el texto esté listo de cara a la próxima temporada taurina, confía la directora de la Agencia de Protección Civil y Emergencias, Irene Cortés. Lograr «que entre todos hagamos un reglamento taurino ejemplar», subrayó el consejero en unas «intensas» jornadas de debate en las que los implicados han ido puntualizando cuestiones que, desde su experiencia, deben incluirse.
Declarada Bien de Interés Cultural en Castilla y León en 2014, la tauromaquia, parte del patrimonio inmaterial de la cultura popular y tradicional, sustenta su «importancia» también en los números. Es la segunda comunidad en la que más festejos populares se celebran. Más de 2.300 en un 2022 de recuperación tras un 2020 y 2021 «nefastos» que se han dejado notar también en la dehesa, con reducción en la cabaña en la que es la segunda autonomía con más ganaderías de bravo. Más de un tres por ciento de reses menos que antes del 'rejonazo' del coronavirus, hasta superar ligeramente las 47.000 entre animales de lidia, cabestros y vacas reproductoras, según las últimas cifras.
Los festejos taurinos populares son los que más abundan y en ellos se centró una de las mesas de debate para armar el nuevo reglamento, que busca «adaptarse a la demanda» del tipo de celebraciones, subraya Ramón Rey, presidente de la Asociación de Corredores Aficionados y Recortadores de Toros de España (Acarte). El panorama, dice, «ha cambiado muchísimo», con los populares al alza y los de lidia en bajada. Y nuevas modalidades que reclaman su presencia, como los forçados, las gimkanas taurinas, las exhibiciones de cortes o los desencierros de toros, hasta ahora sin una regulación específica. O los bolsines, sobre los que se pretende ahondar en la nueva regulación, así como las clases mínimas en las escuelas taurinas, que entre las conclusiones pactadas por el sector fija también que se pueda soltar una sola res en los encierros de campo y más de una en los mixtos y urbanos -en total, más de 900 la última temporada- o que se fije un horario máximo a los espectáculos, por ejemplo, dos horas como tope para un campero.
Seguros
El decreto también persigue «incrementar» la seguridad en los festejos populares, con la adecuación de los equipos médicos-sanitarios en función de la peligrosidad del festejo. Aunque, concluyeron, «no» se dispone de medios suficientes para cubrir las celebraciones con sistemas de mayor categoría. En el ámbito sanitario hay «mucha mejora», advierte Marta Pérez, cirujana. Ella, que el pasado verano se tuvo que enfrentar a una cogida en Cuéllar (Segovia) que a punto estuvo de costar la vida al matador Manuel Diosleguarde, destaca las dotaciones del coso cuellarano y que hay localidades «que se ocupan muy mucho de que los medios sanitarios sean los adecuados para atender a los festejos que tengan». «Pero hay otras, añade, en las que «no prima la seguridad necesariamente».
El seguro de los gastos sanitarios es, precisamente, otro de los puntos en los que ahonda el nuevo reglamento, para el que el sector plantea subirlo de los 1.800 euros actuales a entre 12.000 y 15.000 y promover convenios con Sacyl para la cubertura en cuantías superiores, siguiendo la estela de Aragón o Comunidad Valenciana.
«Que no se escatimen esfuerzos» en materia sanitaria», señala Manuel Gimeno, ganadero. «Hay que descargar carga burocrática y gastos para que esto sea viable. En esto coincidimos todos», expresa, pues, «si no, ni ayuntamientos ni empresarios podrían seguir dando los festejos que queremos que se den». La intención del nuevo reglamento, que pretende unificar en una sola toda la normativa en torno a la tauromaquia, sí quiere atender también al clamor del sector de reducir el 'papeleo'.
Un prolijo documento aún sin cerrar en el que incluso se apuesta por crear un registro de plazas o regular el número de personas y perfiles de quienes pueden estar en el callejón durante el festejo, «porque suelen estar muy poblados», advirtió la profesora Mónica Pérez Alaejos, en nombre de la mesa de afición y la crítica.