Ellas ya están a cargo de los Servicios Sociales. Todo después de que las niñas, de seis y ocho años, llegaran el sábado 10 de febrero semidesnudas y sucias a un supermercado. Su aspecto no pasó desapercibido a los empleados del establecimiento, que dieron la voz de alarma.
Al llegar los agentes, las pequeñas ya estaban siendo atendidas por los empleados del supermercado. Al verlas, los policías pudieron constar su estado de suciedad, semidesnudez y abandono. Las facilitaron ropa de abrigo y, tras localizar el domicilio, allí acudieron y comprobaron que estaba en absoluto estado de insalubridad. Lo grabaron todo y lo han dado a conocer. A la casa se desplazó la Policía Científica para realizar la inspección ocular y acreditar su situación.
En el interior también estaba el padre de las menores. Fue él quien había enviado a sus hijas al supermercado a comprar comida. Fue detenido y puesto en libertad por necesidades médicas no sin antes informarle de las advertencias legales respecto a la obligación que tiene de comparecer ante la Autoridad Judicial si fuese requerido para ello y de la obligación de comunicar cualquier cambio de domicilio, según han informado desde la Subdelegación del Gobierno.
La madre de las menores, que se encontraba fuera de la ciudad, fue detenida a su regreso en la tarde del domingo día 11 pasando a disposición de la autoridad judicial quien decretó su libertad con cargos.
Las niñas, una vez reconocidas y acreditado su buen estado de salud por los médicos del Servicio de Urgencias del Hospital Río Carrión, quedaron a disposición de los Servicios Sociales.
Las pequeñas llevaban sin acudir al colegio desde mediados de enero.
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