El 'botín' que las exmonjas de Belorado trataron de vender: tallas, cuadros y un testamento del siglo XVI

Allí, el portavoz de la Comandancia, Pablo Palacín, explicó que las obras, algunas recuperadas en la operación policial y otras rescatadas del convento para su preservación, se localizaron en el mencionado cenobio vizcaíno durante el registro practicado en la tarde noche del jueves de la pasada semana, hace justo hoy una semana. Las entradas y registros autorizados, llevados a cabo por la Benemérita tras detectar en el marcado especializado, en internet y en una tienda de antigüedades varias piezas antiguas del monasterio de Belorado, acababan con la detención de la exabadesa, Sor Isabel. Una vez arrestada, los agentes y la religiosa se trasladaron hasta Orduña para continuar con el registro. El resultado de la labor allí realizada fue la localización de «un significativo número de obras de arte, pertenecientes» al convento burgalés, que supuestamente habían trasladado «sin autorización».

Del cenobio vizcaíno salió arrestada también sor Paloma, por ser considerada, al igual que su compañera, responsable de delitos de apropiación indebida agravada, al recaer en bienes de patrimonio histórico. Asimismo era detenido un anticuario en Valderas (León) por un supuesto delito de receptación. Una noche pasaron en el calabozo de la Comandancia de Burgos las dos religiosas cismáticas hasta que a la una de la tarde del pasado viernes fueron trasladados al juzgado de Briviesca, donde tras dos horas la juez dictó su libertad provisional sin fianza ni medidas cautelares, con la obligación de estar a disposición del juzgado o de los agentes si se les requiere.

Entre la treintena de obras que ayer se pudieron ver en la Comandancia hay cuadros de gran formato, varios cristos crucificados, tallas de vírgenes y santos, una cruz procesional, documentos como un antiguo testamento, un libro de la Regla de Santa Clara (el único que sí estaba en Belorado) y un libro de cánticos. Según destacó la Guardia Civil, algunas de estas obras tienen un «excepcional valor histórico y artístico». Puso como ejemplo una talla de la Virgen de Bretonera realizada en madera policromada y fechada en el siglo XVI, considerada «una de las piezas más representativas» del cenobio burgalés. No es la más antigua de del 'botín'. Este 'honor' le corresponde a un Cristo Crucificado perteneciente al siglo XIV, cuya talla original medieval se conserva casi íntegra, si bien la cruz que lo acompaña es de factura moderna.

Por la envergadura de la obra era una de las que más llamaban la atención, al igual que dos óleos barrocos, uno correspondiente a la 'Inmaculada Concepción' y otro de la 'Estigmatización de San Francisco'. Ambos lienzos, «atribuibles al mismo autor o taller», pertenecerían a la escuela castellana del siglo XVII, y tal como describieron los agentes, se encuentran en «un notable estado de conservación».



Entre las 'joyas' recuperadas no solo hay patrimonio artístico sino también documental. Es el caso del testamento original de María de Velasco, abadesa del monasterio en el siglo XVI, que fue localizado por los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial completamente embalado en una de las estancias privadas del convento de Orduña, lo que hace pensar a los agentes que estaba «presuntamente preparado para su venta».

Según detalló el portavoz de la Guardia Civil de Burgos, la investigación continúa abierta. Por el momento el valor de las piezas encontradas no se ha cuantificado, aunque se estima que llegará a las «decenas de miles de euros». Ahora deberán ser estudiadas al detalle y para ello, los agentes cuentan con el apoyo de técnicos del Museo de Burgos.

El conjunto se encuentra a disposición del Juzgado de Instrucción de Briviesca (Burgos), que dirige la investigación, y serán entregadas próximamente al Arzobispado, con el fin de garantizar su conservación y custodia.

Pablo Palacín recordó que la operación policial se inició cuando detectaron, dentro de las actuaciones habituales de vigilancia del patrimonio y la venta de obras de arte en el mercado ilícito, la presencia de varias piezas de patrimonio histórico en el mercado especializado de antigüedades.



Ante la posibilidad de que pudieran haber sido sustraídas o transmitidas sin autorización, se realizó una investigación que inicialmente no tenía ninguna vinculación con las exmonjas de Belorado. Esta permitió detectar la venta por internet de varias piezas históricas del convento. También hallaron en una tienda de antigüedades de Madrid una figura de San Antonio de Padua con más de cuatro siglos de historia perteneciente también al cenobio burgalés, obra que ha sido igualmente recuperada por la Guardia Civil.