La exabadesa de Belorado sobre su noche en el calabozo: «He rezado más que en toda mi vida»

En declaraciones a las puertas del juzgado la exabadesa -Laura García de Viedma, que fue detenida en Belorado- ha asegurado que su noche en el calabozo ha sido una «experiencia durísima» y «muy difícil». También ha indicado que en un primer momento pensó que le «iba a dar una especie de ansiedad» y que ha rezado en sus horas de detención «más que en toda su vida».

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Miriam Antolín

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Unas declaraciones sorprendentes para una monja de clausura, que debería estar acostumbrada a la vida entre cuatro muros y a pasar largos espacios de tiempo en su reducida celda. Sin embargo, sobre la exabadesa han sido muchas las voces -entre ellas las del obispo excomulgado y el cura coctelero, que compartieron con ella varios meses- que han señalado que apenas participa en la misa diaria ni en el rezo de la liturgia de las horas junto a la comunidad.

Ahora, en este caso, la exabadesa ha considerado que le ha «ayudado» estar acompañada en este trance de sor Paloma. Sobre el arresto producido ayer en Belorado, ha manifestado que desconocían de qué se les acusaba más allá de que les hablaban de operaciones con el «patrimonio».

«Lo que más nos ha dolido ha sido lo que han intentado hacer de nuevo con las hermanas mayores», ha manifestado ante los medios de comunicación concentrados a las puertas del juzgado de Briviesca a donde ha sido trasladada junto a sor Paloma a las 13.00 para prestar declaración tras sus arrestos en Belorado y Orduña, respectivamente.

En esa misma línea, la exabadesa ha opinado que la juez tiene «cero humanidad» al haber aprovechado las operaciones y registros practicados este jueves en los conventos de Belorado y Orduña sobre las obras de arte para lanzar «ese torpedo» de trasladar a las monjas más mayores a «altas horas de la noche».

Un testimonio en el que coincidía sor Paloma, la detenida en Orduña, que calificó la experiencia como «agotadora». «He pasado frío, hambre y sueño, pero a mí no me agobiaba tanto el sitio», explicó, antes de agradecer a la Guardia Civil su trato «humano».

Por su parte, el abogado de las religiosas, Enrique García de Viedma, ha explicado que la libertad provisional sin fianza y sin medidas cautelares era lo que esperaban por parte de la jueza porque «no había motivos» para mantener a las religiosas detenidas.

Según, ha expresado ante los periodistas congregados en el lugar las monjas solo tienen «que estar disponibles ante el juzgado» cuando se las reclame. Sobre la posible venta de patrimonio artístico del monasterio de Belorado por parte de las religiosas, ha indicado que ellas nunca consideraron que estuvieran haciendo algo «ilegal» y que a partir de ahora estudiarán la acusación y su estrategia de defensa.

A la puerta de los juzgados han acudido otras compañeras de las monjas cismáticas como sor Sión, quien ha defendido el papel de la exabadesa y sor Paloma, ya que las transacciones realizadas ni son «patrimonio artístico que debiera permanecer en el convento» y se produjeron en abril y mayo de 2023 cuando sor Isabel era «la responsable legítima del convento» y un momento previo al cisma.