Fue el pasado 25 de junio cuando, en el marco de la Operación Ikohan, agentes del equipo de Delitos contra las Personas de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Álava, detuvieron al varón.
La investigación comenzó a raíz de una llamada telefónica de una vecina del Condado de Treviño (Burgos), quien, alertada, puso en conocimiento de la Guardia Civil, «la conducta no apropiada» de un hombre de unos treinta años, han apuntado desde el instituto armado.
La testigo habría observado y «a la vez contrastado con otros vecinos» que este adulto frecuentaba a los menores con «los que realizaba juegos y les ofrecía regalos». Además, informaba de que el adulto podría ser «una persona con antecedentes penales por delitos contra la libertad sexual», han señalado en un comunicado.
Con estos primeros datos, la Benemérita comenzó sus indagaciones y pudo averiguar que, «al menos durante dos meses, tres menores de 16 años de edad, habían sido víctimas de la presunta actividad ilícita del individuo detenido».
Una vez verificados los hechos denunciados mediante la investigación y «tras la realización de dos registros domiciliarios en el Condado de Treviño y en Vitoria», el pasado día 27 de junio el detenido fue puesto a disposición del juez, que decretó prisión provisional.
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