Muere Nicolás Castellanos, obispo emérito de Palencia y Premio Príncipe de Asturias
Renunció a su ministerio para ser misionero en Bolivia, donde ha desarrollado su labor humanitaria
Valladolid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónFue Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998 y Premio Castilla y León de Valores Humanos en 2002 y hasta candidato a Premio Nobel de la Paz, en 2022. Pero, sobre todo, fue un hombre bueno que sorprendió a propios y extraños ... cuando en 1991 renuncio a su ministerio como obispo de Palencia para dedicarse a los más pobres. El religioso agustino Nicolás Castellanos falleció ayer, a los 90 años, en Bolivia, el país que le acogió hace ya décadas para entregarse a los más desfavorecidos.
Hace unos días sufrió un ictus por el que tuvo que ser intervenido, No pudo superar la operación y falleció dejando un enorme legado, fruto de su dedicación y entrega en busca de justicia. Para ello, contó con un grupo de sacerdotes y laicos que, a finales del pasado siglo, partieron con él desde Palencia hacia el municipio boliviano de Santa Cruz de la Sierra.
Allí crearon el ‘Proyecto de Hombres Nuevos’ con el fin de mejorar las condiciones de vida en los barrios indígenas mediante el desarrollo de programas para atender a mujeres y niños y la construcción de comedores, colegios o viviendas.
Reconocimiento a Nicolás Castellanos por hacer de la dignidad de la persona el «eje central» de su labor
ABCJesús Julio Carnero le hace entrega de la Medalla al Mérito Profesional de la Junta
Nacido en Mansilla de las Mulas (León), Castellanos fue nombrado obispo en 1978, puesto que desempeñó hasta 1991 cuando presentó su renuncia al Papa Juan Pablo II para convertirse en misionero.
El funeral por su eterno descanso se celebrará el próximo martes, 25 de febrero, a las 19 horas en la Catedral de Palencia, aunque su cuerpo será enterrado en Bolivia, como era su deseo.Durante la jornada de ayer fueron muchos los mensajes de condolencias y, sobre todo, de reconocimiento y homenaje al religioso agustino.
El actual obispo de Palencia, Mikel Garciandía, destacó el importante legado que dejó en la sociedad Nicolás Castellanos. «Vivió en tiempos diferentes a los nuestros y el Espíritu Santo en su momento le impulsó a tomar decisiones difíciles y arriesgadas de comprender», señaló el prelado. Apeló, además, «al enorme calado social y la repercusión de sus iniciativas en las misiones de América» y, sobre todo, al hecho de que «tenía el deseo de cambiar un mundo de injusticia y eso ha acercado muchas adhesiones», informa Ical.
También el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a través de la red social X, lamentó «profundamente» el fallecimiento de «un «referente de entrega y solidaridad». «Cambió la vida de cientos de personas. Todo un ejemplo de humanidad», concluyó.
Por su parte, la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, se refirió a Castellanos como «un hombre bueno», que «llenó de orgullo» a la ciudad de Palencia por «su legado». De él destacó sus «muchos valores y su trayectoria» pero, sobre todo, su cuidado «por las personas más vulnerables». También el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, habló de "un agustino universal" que consiguió que en Santa Cruz de la Sierra “hubiera más justicia”. “Gracias por tu enseñanza de vida", señaló.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete