Reconocimiento a Nicolás Castellanos por hacer de la dignidad de la persona el «eje central» de su labor

En su discurso de concesión de la medalla, Carnero, que ha atribuido la propuesta de entrega del premio al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha alabado la «contribución a la prosperidad y al desarrollo de la solidaridad» de Nicolás Castellanos, de quien recordó sus orígenes leoneses, sus estudios en Burgos y su labor episcopal en la provincia de Palencia.

«En la constelación y vía láctea del entorno vital de Nicolás Castellanos, late Castilla y León», ha apuntado, recordando entonces la renuncia que, tras 13 años como obispo, realizó el misionero leonés en 1991 para «pasar de una vida cómoda a una vida llena de inquietud para procurar el bien de los demás».

«Dejó de hablar de los pobres para estar cerca de ellos, cogiendo un bastón humilde para conducir a los hombres en una tierra compleja como Bolivia y Santa Cruz de la Sierra», ha señalado el consejero de la Presidencia, que introdujo a esta última Ciudad Patrimonio de la Humanidad dentro de la trayectoria vital y profesional de Castellanos.

Además, ha destacado que sea «consecuente», algo que ha afirmado que es «relativamente sencillo» en un momento determinado pero «difícil a lo largo del tiempo», algo que Castellanos, según Carnero, «demostró en los años del báculo y lo ha seguido mostrando allende a través de ese bastón imaginario que le ha permitido generar esa relación de cariño con todas las personas con las que ha trabajado en Bolivia».

Por último, ha apuntado que también le califican «compromiso y concordia, para estar con el corazón del lado de la dignidad». Una labor en la que recordó que la Junta le ha acompañado con su colaboración hasta en siete proyectos de cooperación con los que llegar a 20.000 personas en Bolivia con una inversión en torno a 700.000 euros. «Cifras y palabras que tienen una sola expresión: el corazón y la ternura puesta en práctica, día a día, por Nicolás Castellanos y su equipo de Hombres Nuevos», ha concluido Carnero.

Por su parte, el recién condecorado con la Medalla al Mérito Profesional de Castilla y León se ha mostrado «profundamente emocionado» al recibir una distinción de la que destacó su valor «significativo y simbólico» por poner sobre la mesa «el problema de los empobrecidos, que es la ignominia de la humanidad».

Frente a dicho problema, ha situado la labor del proyecto Hombres Nuevos, que «trabaja por reducir las fronteras de la pobreza e intenta realizar ese proyecto de humanización de Jesús de Nazaret, que se basa en la dignidad, la libertad y el amor».

Este proyecto trata de «seguir los dichos y hechos» de Jesús a través de acciones para la educación integral de los bolivianos, con la construcción de cien escuelas; la atención alimentaria con la creación de cuatro comedores; o las iniciativas en el ámbito cultural y espiritual, desde la construcción de 16 iglesias «a petición de la gente» hasta la puesta en marcha de una casa de cultura y una Facultad de Teatro, «la única de toda Bolivia», que cuenta también con alumnos de Chile, Argentina o Brasil.

«Todo lo que hacemos es social, al alcance de todos, porque Jesús no excluyó a nadie», ha explicado Nicolás Castellanos, que valoró el trabajo del proyecto porque «eleva la autoestima» incluso con la creación de una orquesta «de rango internacional» para «levantar las esperanzas en los pobres y formar profesionales responsables con conciencia social».

«Son proyectos de vida», concluyó Nicolás Castellanos, que ha afirmado que con su labor, el proyecto Hombres Nuevos «está demostrando que es posible otra Bolivia habitable para todos», donde el objetivo sea «crear puentes pero no del centro a la periferia, sino de la periferia al centro, porque así este último también se acerca» a los barrios donde trabajo la iniciativa del misionero leonés.