Barcones: «La mitad de los accidentes con víctimas mortales se podría haber evitado»
Hasta 136 personas murieron en 2022 en las carreteras con una movilidad superior al del año prepandemia
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, presenta el balance provisional de siniestralidad vial del año 2022 en la Comunidad
«El balance es malo, muy malo. Sin paliativos». Con estas palabras comenzaba ayer la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, a desgranar las demoledoras cifras que deja un «año negro en las carreteras de Castilla y León». Un total de ... 136 vidas se apagaron sobre el asfalto, cuarenta más que en 2019, el último ejercicio de 'normalidad' antes de la pandemia que se toma como referencia por las restricciones que llevaron a una mermada movilidad en los dos sucesivos y que en 2022 se habría recuperado, registrándose ya cifras preprandemia e incluso superiores. De hecho, ésta fue una de las causas en las que se enmarca, en parte, el trágico aumento de la siniestralidad: un aumento de la circulación de largo recorrido de un siete por ciento.
En total, se contabilizaron 44,8 millones de desplazamientos de estas características -en 2019 fueron 41,8- en las carreteras de la Comunidad en las que también se dio un incremento del volumen de vehículos de un 0,9 por cieno, con hasta 1,9 millones en circulación. Ambos aspectos, apuntó ayer Barcones, habrían «podido afectar» en el aumento de la mortalidad, concentrada en un 86 % de los casos en días laborables y mantuvo el mismo «parón» que en años anteriores con tres de cada cuatro accidentes en vías convencionales. Las principales causas, las «habituales», pero con mayor incidencia: la distracción -más de la mitad-, la velocidad (25 fallecidos) y el alcohol y drogas (14).
Asimismo, apuntó que «la mitad de los accidentes con víctimas mortales se podrían haber evitado» y llamó especialmente la atención sobre el uso de mecanismos de seguridad. El 15% de los muertos que viajaban en turismos y furgonetas no llevaban cinturón y se estima que al menos siete «podrían haber salvado la vida» de haberlo tenido puesto, precisó Barcones, quien incidió, por otro lado, en que ninguno de los peatones fallecidos en vías interurbanas llevaba «la prenda reflectante obligatoria».
En total fueron diez los muertos atropellados en las carreteras, dos más que en 2019, siendo el único colectivo dentro de los usuarios vulnerables que aumentó en mortalidad. Por el contrario, las víctimas se redujeron entre los motoristas (16 fallecidos, seis menos) y ciclistas (dos muertos, cuatro menos). Cambia la tendencia de los últimos años, disminuyendo este tipo víctimas y aumentando un 63% las de turismos.
Con un siniestro mortal cada dos días en 2022, asume Barcones que «hay mucho trabajo por hacer». Dirección general de Tráfico y Guardia Civil se coordinan para desplegar la estrategia nacional que marca implementar las labores de concienciación y control. En Castilla y León habrá un refuerzo «adicional», especialmente en cuanto a vigilancia de carreteras en las provincias con mayor siniestralidad -aumentó en todas menos León-. Ahora se cubre con el apoyo de patrullas de seguridad ciudadana de la Guardia Civil, que espera aumentar la plantilla de Tráfico.
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