Un atropello cada diez horas en las calles de Castilla y León

A ellos se suman otros nueve en las carreteras, una cifra ligeramente inferior a la del año anterior, cuando ascendieron a once, y que presentan como particularidad que si en 2021 siete de los fallecidos eran conductores u ocupantes del vehículo que se habían bajado del mismo por una avería, en esta ocasión siete eran peatones que circulaban por la vía y fueron alcanzados en siniestros viales como el acaecido en octubre en la provincia d Valladolid, cuando un padre y su hijo fueron arrollados por una furgoneta cuando paseaban por la carretera VP-5805, en Velliza (Valladolid). Ese mismo día fallecía una mujer que había sido atropellada junto a otra en la avenida Castilla de la capital palentina y en León era detenido un hombre que un mes antes había embestido con un vehículo robado a un varón de unos 85 años que pereció tras ser trasladado al Hospital.

Las ciudades de Valladolid y de Burgos son las que presentan las peores estadísticas. En la primera, los atropellos, hasta el mes de diciembre, superaban los 115 -frente a los 84 de un año antes- y las víctimas en el pasado 2022 ascendieron a tres. En el segundo de los casos, los siniestros en los que un vehículo alcanzaba a un peatón supusieron más de 82 -también con cifras provisionales-, frente a los 67 de 2021. Entonces habían perecido dos personas. El pasado año el cómputo fue del doble.

Es precisamente en esta segunda ciudad donde se decidió a la vista de las cifras poner en marcha una campaña especial de prevención en la que se pedía «paciencia, respeto y prudencia». «Todos somos peatones o conductores en distintos momentos», advirtieron desde el Ayuntamiento burgalés, cuyo regidor, Daniel de la Rosa, llamaba a la prudencia ante una cascada de casos que en buena parte se registraba en pasos de peatones. Allí los expedientes por infracción rondaron el año pasado los 440, frente a los 44 del ejercicio previo. «Se han hecho muchas cosas pero son insuficientes», afirmó a cierre del ejercicio el primer edil, asegurando que seguirán trabajando para lograr «corregir» esas cifras el próximo año.

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Otros ayuntamientos llevan también años realizando campañas de prevención además de otras acciones encaminadas a reducir siniestralidad así como la circulación en el centro. En este contexto, el Plan de Seguridad Vial de Salamanca ha emprendido actuaciones como la iluminación nocturna de los pasos de peatones y la instalación de luces en la calzada para los «adictos al móvil» que siempre van mirando al suelo o la creación de plazas de aparcamiento en el extrarradio para favorecen la movilidad urbana en autobús.

La distracción habría sido la principal causa que habría llevado a los accidentes que había dejado heridos de diversa consideración entre los peatones, también la velocidad precisamente en el que ha sido el primer año con sus calles ralentizadas después de que entraran en vigor las limitaciones en las vías urbanas por las que no se podrá circular a más de 20 kilómetros por hora en aquellas calles que dispongan de plataforma única con la acera, a más de 30 en las de un único carril por sentido ni a más de 50 en las que tengan dos o más carriles por sentido.