Martínez pide «una oportunidad» a la sociedad de Castilla y León en su lanzamiento como candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta

Después de que la organización política confirmase la validez de los avales, Martínez se presentó como «el candidato del PSOE desde el convencimiento de que ha llegado el momento de trabajar con fuerza, ser valientes y atreverse al cambio». Así se pronunció en Soria –es alcalde desde 2007 con sucesivas mayorías absolutas–, donde mostró su deseo de ser «el primer presidente de Castilla y León que gobierne como el alcalde de la Comunidad».

Precisamente, el candidato socialista confirmó que seguirá siendo el regidor de la capital soriana hasta que, tras las elecciones, tome posesión del acta como parlamentario en las Cortes autonómicas. Seis meses por delante, hasta la cita electoral de marzo, en los que deberá compaginar su cargo de alcalde, con el de diputado provincial, secretario autonómico del PSOE y, ahora, candidato socialista a la Junta. Seguirá «con todo». «El esfuerzo es a mayores», aclaró, dispuesto a que «las horas del día se estiren para poder pisar el territorio». Y para ello, presumió de buena gestión en Soria, gracias a «un equipo humano que es un equipazo», como también lo es, según sus palabras, en el PSOE de las nueve provincias.

En este sentido, no quiso contestar a qué ocurriría si el PP continúa gobernando en Castilla y León. «Si saca mayoría absoluta el PP estamos...No quiero hablar de futuribles. No puedo ponerme en otro marco que no sea que el cambio se va a producir», señaló Carlos Martínez, quien añadió que «hay un pálpito de cambio incuestionable y un hartazgo de las políticas del PP y especialmente de Mañueco, que preside pero no gobierna. Esa indolencia hace que incluso en sus propias filas no le vean como un buen aspirante». Y continuó con su ataque al presidente de la Junta al que consideró «el peor presidente de Castilla y León de la etapa democrática»

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Pese a todo, el también secretario autonómico del PSOE afirmó que quiere una campaña «de buen rollo» y «en positivo, para generar alternativas», aunque reconoció que «estará salpicada por la corrupción», ya que en los próximos meses continuará el juicio de la llamada trama eólica que sienta en el banquillo a exaltos cargos del Gobierno autonómico. «Vamos a tener que emplearnos en hacer propuestas. Necesitamos generar alternativas», insistió, frente a un Mañueco «que quiere esconderse detrás de Moreno Bonilla o de Pedro Sánchez», en alusión a la posibilidad de que las elecciones de Castilla y León coincidan con las de Andalucía e, incluso, con las generales.

En cuanto a su programa electoral, que estará listo a finales de año, Carlos Martínez avanzó que se buscará «que se entienda en cada uno de los territorios, se centrará en su ordenación y en la comarcalización». Ya hace meses que dejó claro que el PSOE recuperaría el concepto de comarca, olvidado en los fallidos planes de ordenación del territorio que intentó la Junta, como fórmula para la distribución de los servicios públicos y la movilidad de los ciudadanos. Para ello se buscará el «desarrollo de cada una de las nueve provincias con medidas concretas a partir del análisis de la realidad para, teniendo en cuenta los desequilibrios, hacer una planificación adecuada».

«Es el momento de dejar atrás la apatía, la desidia y la Castilla y León en blanco y negro», enfatizó y se autodefinió como «gobierno en la sombra con escucha activa». En este punto aprovechó para criticar la «anomalía democrática» que es que no haya presupuestos autonómicos. «Lo primero son los presupuestos», sentenció, aunque nada dijo de que tampoco los haya en el Gobierno de España.

Con Carlos Martínez , el PSOE es la primera formación, de las mayoritarias, que da a conocer oficialmente a su cabeza de cartel. Al más que confirmado Alfonso Fernández Mañueco, por el PP, sólo se suma el de Por Ávila, con Pedro Pascual dispuesto a repetir. En Vox, se siguen tomando su tiempo y, como es habitual, no darán a conocer el nombre de su candidato hasta que no haya convocatoria oficial. De momento, todas las miradas apuntan hacia el presidente de las Cortes, Carlos Pollán.