La reducción de la jornada laboral y las mejoras salariales marcan el 1 de Mayo

El puente –hoy no es jornada lectiva en los centros educativos– y el buen tiempo restó asistentes a las manifestaciones que se llevaron a cabo en las nueve capitales de la Comunidad y que se cifraron en unos 9.000. Menos ruido, salvo las habituales batucadas, porque ya no se lanzan consignas o se corean reivindicaciones. Tampoco se vieron muchas pancartas, más allá de las habituales de CCOO y UGT y de alguna sectorial. Presencia destacada de dirigentes socialistas, cuya dirección autonómica se encargó de sus respectivas ciudades: el secretario general del PSCL, Carlos Martínez, a Soria; la vicesecretaria, Nuria Rubio, a León; Daniel de la Rosa, secretario de Organización, se quedó en Burgos, y la portavoz del Grupo Socialista en las Cortes, Patricia Gómez, en Valladolid.

Esta fue la ciudad con mayor asistencia, unas 4.000 personas, y en ella participaron los secretarios autonómicos de CCOO y UGT, Vicente Andrés y Óscar Lobo, respectivamente. Precisamente, en la capital vallisoletana estuvo la ministra de Igualdad, la vallisoletana Ana Redondo, quien acusó al PP de hacer «una oposición destructiva y antidemocrática» y lamentó que «no nos acompaña» para avanzar en un modelo «que funciona, que genera empleo, aumenta el Salario Mínimo Interprofesional y que trabaja para la corresponsabilidad con una reducción de la jornada que veremos en breve en el Consejo de Ministros».

También para el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, el modelo que impulsa su Ejecutivo autonómico funciona en Castilla y León, donde «hay más personas trabajando que nunca», apuntó en un mensaje a través de X, una situación que es «un logro colectivo que nace del Diálogo Social». En su mensaje, apostó por «el empleo de calidad y seguro» y reconoció «la labor de trabajadores, empresarios y autónomos que con su esfuerzo hacen que nuestra tierra avance».

Los representantes sindicales, por su parte, coincidieron en que «estamos en un momento óptimo para el país, con una economía que ha crecido un 3,2 por ciento respecto al año pasado y con un aumento del ocho en los beneficios empresariales», subrayó Vicente Andrés. Por ello, reivindicó «un salto en la calidad de vida de la gente trabajadora y reducir el tiempo de trabajo», de forma que pidió al PP que «reflexione y no se oponga siempre a los avances». También cargó contra una patronal «acostumbrada a lloriquear y pedir ayudas millonarias», como ha ocurrido con el apagón del lunes, mientras «no cumple compromisos como la subida de salarios»..

Óscar Lobo, por su parte, hizo hincapié en el sentido «global e internacional» de este 1 de Mayo para referirse a «las olas reaccionarias que nacen en EEUU y amenazan derechos y libertades conquistados». De Castilla y León dijo que se trata de una comunidad «hostil» para los trabajadores ya que su jornada es dos horas más larga y los salarios están un diez por ciento por debajo de la media nacional.

Desde Soria, donde se dieron cita un millar de manifestantes, el socialista Carlos Martínez pidió a la Junta que garantice los derechos de todos sus trabajadores, en especial en aquellos sectores en los que están abiertos diferentes conflictos como en educación, sanidad y en el Servicio de Extinción de Incendios. Criticó el «lavado de cara» al que recurre Alfonso Fernández Mañueco, que deja «estancada» e impide avanzar a la Comunidad, con su política de «un pasito ‘palante’, un pasito ‘patrás’», informa Ical. En este sentido, el líder de los socialistas lamentó la «inestabilidad política» a la que somete a la Comunidad, ya que, por un lado, está «alimentando al demonio», con el diálogo con Vox, y, por otro, «intentando de alguna forma corregir todas las barbaries» que han tenido que sufrir los sindicatos, con la «ruptura total y absoluta del Mesa de Diálogo Social». «En pocos meses hemos pasado prácticamente de esa ruptura a abogar por el Diálogo Social. Estamos en un proceso de lavado de cara», insistió el socialista.

En León, alrededor de un millar de personas secundaron este 1 de Mayo una manifestación que los sindicatos aprovecharon para reivindicar un Plan de Emergencia de Inversión Pública para la provincia que «traiga empleo, fomente las infraestructuras, desarrolle la industrialización y corrija el déficit en servicios públicos». «León vive un drama y una falta de recursos importantes por parte de todas las administraciones, para lo que los sindicatos trabajamos con el Gobierno autonómico y con el central para sacar adelante proyectos que estaban en el olvido», aseguró el secretario provincial de la UGT, Enrique Reguero, quien puso de relieve que «esta tierra necesita armarse y recuperar la actividad y el pulso de hace décadas».

En Burgos, donde se dieron cita cerca de un millar de personas, los sindicatos a nivel provincial explicaron que una de sus máximas es «retomar el Diálogo Social» tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación, aunque reconocieron que con el Consistorio se están «empezando a fijar fechas». También mostraron su preocupación por la seguridad laboral, ya que está habiendo «muchos accidentes».