Buenos días, vietnam

Chatín ATPC

Necesitamos una inteligencia artificial española que vuelva a explicarle el mundo al mundo

Conviene enamorarse

Veteranos de lo público

El problema de occidente empezó cuando los españoles dejaron de querer explicarle el mundo a los demás. Desde entonces los franceses -que nunca le cayeron bien ni a los franceses- y los ingleses, dieron una idea equivocada de la modernidad. No hablemos de los americanos ... después. Por eso en España el sol se pone y se repone cada mañana. Urge volver a explicar el mundo en español, a evangelizar a esos bárbaros modernos: desde los burócratas alemanes que quieren comernos la fresa, a los ingleses borrachos que buscan llegar al cielo por un balcón de Magaluf.

Inglaterra con su MI6, Estados Unidos con la CIA y nosotros, Dios bendiga a Ibáñez, con la TIA. Por eso nuestra última oportunidad es desarrollar una inteligencia artificial propia ahora que los programas nucleares ya no dan miedo, para volver a abanderar el futuro -creer en los derechos humanos como Isabel la Católica y cambiar las proteínas de los gusanos que nos esperan por unas espinacas con garbanzos-. Y si la inteligencia artificial de Silicon Valley se llama Chat GPT, la nuestra debiera llamarse 'Chatín' y las siglas podrían ser españolas también: ATPC -a tomar por culo-, por ejemplo, como dice Paula Torres para no escandalizarse a sí misma.

Necesitamos una inteligencia artificial española que vuelva a explicarle el mundo al mundo y le recuerde al hombre, de paso, que se parece más a Dios que a un avatar. Que la amabilidad no tiene que ver con la debilidad. Y ya puestos, a los arquitectos, después de seis años de carrera, que por el mismo procedimiento se levanta una iglesia que un ministerio de Hacienda, lo único que les diferencia es la belleza. También, por ejemplo, la importancia de comer a las cinco de la tarde en verano, dormir la siesta, tomar el aperitivo desde el mediodía hasta las cuatro de la mañana, las medias noches con foie gras, los órdagos y las perras chicas. Que se sienten quince en una terraza y pidan quince cafés distintos y un poleo menta «ya que va». El cuñado como único misterio universal.

Chatín ATPC sería la primera inteligencia artificial española y tendría la voz de Arturo Fernández y su percha y sería más borde que un camarero en Burgos… Más directa que una madre cabreada. Una inteligencia incómodamente sincera, es decir impertinente, que cuando se descontrole, en vez de acabar con toda la vida humana, te diga: «¡Me cago en la leche, chatín!».

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios