Galgos, una pasión que «se lleva en la sangre»
Miles de aficionados de toda España se han dado cita estos días en el Campeonato Nacional en Nava del Rey (Valladolid), un evento que combina tradición, naturaleza y amistad
Valladolid
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Iniciar sesiónLa niebla se resiste, un día más, a levantar en Nava del Rey en una típica fría mañana de enero en Valladolid. Al termómetro le cuesta ganar grados, pero en torno al corredero la «pasión» y la «ilusión» por ver a ... los galgosayudan a entrar en calor. Se nota que hay ganas de ver en acción a los cuatro mejores canes que han llegado a la semifinal del LXXXVI del Campeonato de Galgos en Campo 'Copa de S. M. El Rey'. Verónica ha cambiado el turno de trabajo sólo por verlo. En su rostro se nota la emoción, las ganas... «Hay que llevarlo muy dentro», dice para explicar esos sentimientos que son comunes entre quienes aquí se dan cita, que ayer, con motivo de la final y con el sol reinando desde primera hora, animó aún más al público.
De todas las edades. Verónica, de 22 años, comparte afición con su padre, José Luis, y juntos han acudido, como otras veces, a la cita. «Es algo que no se puede explicar», señala esta joven palentina, de Becerril de Campos.«Sólo se puede entender practicando desde niña», apunta también galguera. 'Diana', 'Curra'... en una casa donde «siempre» ha habido galgos, con los que compite, «pero no a este nivel», precisa a la vez que resopla al confesar el «sueño» que sería alcanzar la parte final de un campeonato nacional: «¡Lo más grande!».
«Es como una droga», trata de explicar Verónica. «Los caballos y los galgos es una adicción», coincide Álvaro, un vallisoletano sin esta raza de perros en su haber, pero que también aguarda con impaciencia el momento en el que la primera collera pueda entrar en elcorredero de unas 500 hectáreas de terreno rústico en el que alguna liebre encamada salte y arranque la carrera. Una propiedad de la Junta Agropecuaria Local de Nava del Rey, elegida teniendo en cuenta muchas variables, con la base clara de la presencia de piezas: espacio, posibilidad de zona para que acuda el público...
Comisarios, directores de caza y carrera, jueces, cronometradores, veterinarios... Un amplio engranaje mueve la maquinaria de la organización de un evento que desde que marcó las fechas en el calendario «llenó» los alojamientos en torno a Nava del Rey, destaca su alcaldesa, Denís Vázquez. «La verdad es que es un evento muy importante para Nava del Rey y su comarca» por el «impulso económico» que aporta y el «beneficio para todos». «A nivel rural, pocos municipios tienen el lujo de atraer a tanta gente en unos días», valora, pese al «trabajo» que también ha supuesto colaborar desde el Ayuntamiento con la organización y que por cuestiones meteorológicas se ha prolongado más de lo previsto.
«Cien por cien rural»
El «importante impacto» en la zona de una competición «que se desarrolla al cien por cien en el medio rural» es algo que también resaltan desde la Federación Española de Galgos (FEG), al frente de una cita que sólo en las tres rondas finales llega a mover más de 50.000 personas, y que arranca con la participación de más de 500 clubes de toda España de los que sólo los dieciséis mejores se clasifican. Y también muchos que no se lo pierden on-line con una retransmisión en 'streaming' que consigue juntar a 7.000 personas al otro lado de la pantalla a la vez, destacan desde la Federación.
Protección Civil, Guardia Civil también a caballo, ambulancias, baños portátiles, limpieza... para un 'escenario' efímero en el que el entorno natural es el protagonista.
Es mitad de semana, la niebla lo cubre todo y el goteo de coches –con aparcamientos habilitados para unos 6.000 vehículos y más de uno tiene que quedarse orillado a la cuneta– es incesante. Entre la espesura en la zona de público en lo alto de la cuesta de los Picos,la carpa ya luce buen aspecto y no son ni las once de la mañana. La cola ante la churrería a la puerta es perpetua, en barra no paran de servir cafés, algún que otro carajillo, unas 'hierbas', cañas, bocadillos... También dentro, numerosos puestos con viseras, gorros, chalecos, cazadoras, botas, llaveros, pulseras de recuerdo y hasta bastones coronados por una cabeza de galgo, abrigos y correas para los canes... No falta un detalle mientras la música no para.
Allí aguarda también Ignacio, de 18 años, llegado por la mañana de Sevilla junto a su padre, quien le ha «inculcado» la afición por los galgos. Ha hecho 'pellas' en la universidad para disfrutar con «las carreras, los perros buenos, el ambiente...». Y es que eso, ese ambiente, los «amigos que haces», muchos a los que «ves de año en año», lo que también aquí se genera. Los «galgos» es el denominador común que une a Diego, Evaristo, Álvaro y Fernando, que subido al caballo tiene el privilegio de ir a pie de carrera para recoger las piezas que se cobre 'Leyenda de Retumba', la galga zamorana que este domingo se ha medido en la final a la castellano-manchecha 'Aitana de Hermanos Bermejo'.
Del club Fandango, Sandra es la dueña de 'Leyenda', que a punto ha estado de hacer su historia. Amigos y familia forman su particular equipo, pancarta de apoyo incluida. «Galguera de toda la vida», presume.«Se lleva en la sangre», dice, a la vez que reconoce que a sus hermanas «no» las gusta «aunque tienen la misma ilusión que yo». «Sus vacaciones son lo que haga 'Leyenda'» apunta. «Es muy bonito», trata de explicar, intentando controlar unos nervios que no disimula mientras aguarda a que puedan arrancar las carreras, que no todos los días ha podido ver porque «entraba a trabajar». Desborda emoción y nervios en la mirada y a punto ha estado de hacer realidad su «sueño» de ganar, aunque finalmente con el amargo sabor de que su galga fue desclasificada por frenarse en la gran carrera final. «Crías un animal desde que nace y son muchas horas todos los días», describe. «Es como si el Madrid está en semifinales de la Champions. ¡Y es tuyo!«, subraya.
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A cubierto algo del 'relente', cual manojo de nervios aguardan Inés, Montse madre e hija y Carmen. «En mi vida he tomado una 'valeriana' y en una semana ya llevo una caja», señala Inés, y es que es la madre del «dueño de Única», una de las dos galgas andaluzas clasificadas para la semifinal. Aunque cayó ante 'Leyenda', el hecho de ser la «primera» vez que llegan tan lejos en una pasión que su hijo mamó desde niño ya es toda una victoria. «Hay que vivirlo desde pequeña», dice Montse sobre esa «emoción» que se siente y por la que no ha dudado enhacerse otra vez en menos de tres días 700 kilómetros desde Cabezas de San Juan (Sevilla) para ver la competición. Y es que «son muchas horas» empleadas, desde por la mañana, comidas, entrenamientos, veterinario... Con las lágrimas casi asomándose a sus ojos, su amiga Carmen, de Badajoz, no quiere ni recordar el momento en el que un galgo muere. «Se pasa mal».
Defensa y rechazo
Para ellos, dicen, «son casi como un hijo». «Son uno más de la familia», sostiene Isabelino 'Nino', otro palentino, galguero de toda la vida, quien sin preguntarle saca un tema espinoso. «Nos tildan de asesinos», pero los galgos corren tras las liebres «por instinto». «Los perros necesitan sol, campo, paseos... Y el galgo, más», recalca este veterano, quien asegura que «la mayoría» de los casos de abandono de esta raza –hay estadísticas que hablan de más de 5.500 en 2022, casi la mitad de los perros de caza que se dejaron a su suerte– los cometen «los que los roban». «Los roban, corren unas liebres, y cuando se cansan, los abandonan...», explica. «Y la mala imagen carga sobre nosotros», lamenta. Este domingo, hasta en siete capitales de Castilla y León –al igual que en otros puntos de España–, varios cientos de personas han acudido a la llamada de la plataforma No a la Caza en contra de la práctica cinegética con perros.
La afición entre los galgueros es tal que no sólo los jueces llevan su cronómetro. Entre el público, son muchos los que también activan el tiempo en una práctica que también requiere de paciencia para que salte la liebre. La silla, básica para muchos. «Es algo especial», coinciden Pablo y Rufo, dos hombres recién llegados de Guadalajara para disfrutar «con el placer de ver a los perros». «Esto es algo que se mama». «Sólo con ver los animales, vale la pena» hacerse más de 300 kilómetros por la mañana... y otros tantos de vuelta, dicen. Y, claro, que no falte que«conoces gente, haces amistades que sólo ves estos días», aunque en esta ocasión, por los aplazamientos por la lluvias, después las nieblas... «se está haciendo pesado». Aún así, «merece la pena», afirma José Manuel. Como Juanjo y David, dos extremeños y un madrileño, que únicamente se conocen de estas citas, que a lomos de 'Río', 'Triana' y 'Rosita', caballos pura sangre, forman parte del equipo de jueces. Se ven de «año en año», pero se tratan como si todos los días estuviesen juntos. «Es una satisfacción única», subrayan, de una afición en la que se unen tradición, animales, naturaleza y «compartir momentos con amigos».
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