Castilla y León mantiene en 2023 su suelo de abandono escolar temprano

Ese 9,9% de abandono escolar sitúa a Castilla y León por debajo de la media española que se quedó en 2023 en un 13,6 por ciento, siendo la Comunidad la sexta con mejor ratio por detrás de Navarra, País Vasco, Cantabria, Galicia y La Rioja. En Baleares y Murcia superó el 19 por ciento, de acuerdo con el avance de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos reflejan cómo no sólo se mantiene en las cifras más bajas de la serie histórica ese abandono temprano sino que aumenta el volumen de personas de entre 20 a 24 años que han acabado Secundaria. En concreto, un 84,2 por ciento, tres décimas más que hace un año y catorce puntos por encima de los datos de 2013. Del mismo modo, se aprecia también una mejoría entre el siguiente segmento de edad, jóvenes de entre 25 y 34 años, de los cuales más de la mitad habían concluido formación superior, cuando hace una década lo hacían el 41,9 por ciento.

En este último caso, y pese a subir en dos puntos y medio en un año, la tasa es inferior a la media nacional, que asciende al 65 por ciento. Eso sí, claramente por encima de la media europea (42%) y superando el objetivo de conclusión de la enseñanza superior fijado para 2030, que es de al menos el 45 por ciento, recuerdan en un comunicado desde el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.

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Más común el abandono temprano entre hombres que entre mujeres, la tasa ha experimentado una evolución más notable en lo que respecta a ellos, que se sitúa actualmente en un 11,6%. En 2003 el porcentaje era del triple y hace diez años del doble que el actual. En el caso de ellas se ha pasado de un 15,8 por ciento hace dos décadas a un 12,7 hace una y un 8,2% en 2023.

De nuevo el sello femenino se impone en volumen al masculino en lo que respecta a la formación superior (un 55% de mujeres jóvenes tiene estos estudios frente a un 47% de varones). Y también en este caso la evolución es más notable en lo que respecta a los hombres. Hace dos décadas este nivel educativo lo alcanzaban un 35,3 por ciento, mientras que un 49,9 por ciento de ellas ya lo superaban en 2003.

Por último, los resultados estadísticos ofrecen también un indicador de formación permanente de la población adulta de entre 24 y 64 años que apunta a que un 16 por ciento de los castellano y leoneses en esta franja de edad habían cursado esta modalidad, una tasa que sube ligeramente en unas décimas respecto al anterior ejercicio 2022.