Las bajas por contingencias comunes suponen 1.200 millones

De hecho, Aparicio insistió en que esos gastos se sitúan como «uno de los mayores riesgos» de los empresarios y «afectan absolutamente a la productividad, los costes laborales, a todo lo que revierte y rodea a la empresa». Y, por el momento, «no se pone solución», lamentó, durante una jornada en Valladolid en la que precisamente se abordó el absentismo laboral por incapacidades temporales, que en el conjunto del país dejó un coste de 25.326 millones el pasado ejercicio, muy por encima de los 14.5,48 de un lustro atrás.

Durante el pasado ejercicio, 57.915 trabajadores fueron diagnosticados en la Comunidad con patologías traumatológicas, lo que derivó en un gasto de 166 millones de euros, de los que 104 corrieron a cargo de la Seguridad Social y los 62 restantes, de las empresas. De media, tardaron «39 días más de lo necesario en recuperar la salud para poder reincorporarse el trabajo», alertaron en el encuentro, en el que según señaló el vicepresidente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), Luis Miguel García, los motivos en ese incremento son «multifactoriales», desde el lado cultural, el entorno laboral..., arrancando en el 28 por ciento de los casos el lunes. Y esa duración se va incrementando entre un cinco y diez por ciento anualmente, clamó en una cita en el que las mutuas defendieron su capacidad para colaborar en el diagnóstico y tratamiento de esas patologías que llevan a la incapacidad temporal del trabajador no vinculada a un accidente laboral.

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Según sus datos, si los casi 58.000 trabajadores que fueron atendidos en Castilla y León por el Servicio Público de Salud (Sacyl) por una patología traumatológica tardaron, de media, 81,92 días en volver a su puesto; los algo más de 29.000 que lo hicieron por una mutua, se reincorporaron a los 42,48 días, unos 39 menos. Estiman que si las mutuas pudieran prestar una asistencia sanitaria integral y dar altas médicas por contingencias comunes derivados de procesos traumatológicos, además de ese ahorro económico, también redundaría en un «ahorro» cercano a 2,3 millones de días de trabajo perdidos en la Comunidad.