«Tenemos al menos dos Españas educativas diferentes; hay que homogeneizar»

- Otras evaluaciones internacionales, además de PISA, también han situado a Castilla y León en lo más alto. Además de la comunidad educativa, ¿influye el carácter de la Comunidad?

-Sin duda que tiene que ver con la cultura de la Comunidad, de seriedad y rigor. Tiene que ver también con nuestra capacidad de llegar a acuerdos. Las posiciones son razonables, hay una paz escolar, compromiso de los padres y de un claustro de profesores, muy motivado y serio.

-¿Eso en otras regiones no ocurre?

-Seguro que no del mismo modo. La verdad es que ahora mismo no hay estudios serios que nos digan qué ocurre.

-Ya se ha comenzado a evaluar el sistema de bilingüismo. Existe un grupo para adoptar mejoras, ¿cuáles serían las prioritarias?

-Tenemos que trabajar el bilingüismo en infantil, empezar antes. También asegurar que haya un auxiliar de conversación por centro, ver qué asignaturas se deben impartir en inglés y, seguramente, tendremos que exigir más nivel de idioma del profesorado y pasar al C1, a los nuevos.

-Desde su inicio ha tenido que «lidiar» con las protestas contra la Lomce. ¿Cuál es la principal defecto y la principal virtud de esta ley?

-La Lomce tenía un buen punto de partida, la preocupación inicial era muy buena, y además se ha visto reflejada en PISA, y es la desigualdad educativa del país. Tenemos como mínimo dos Españas educativas y es necesario homogeneizar y además había que subir el nivel. La Lomce ha reforzado los contenidos y eso es positivo. Lo peor fue el modo de elaboración. Ningún gobernante, aunque tenga mayoría absoluta, puede imponer una norma educativa. Tampoco hay que ser ingenuo y pensar que el ministro hubiera tenido la complicidad de la oposición, pero no han quedado suficientemente acreditados los esfuerzos por alcanzar el consenso. Tiene un pecado original que es justo lo que ahora provoca que haya este movimiento ciudadano y también político en favor de una ley de consenso.

-En la última conferencia sectorial se acordó permitir a las comunidades autónomas que las evaluaciones finales de Primaria y ESO sean muestrales, ¿serán así en Castilla y León?

- Lo estamos definiendo ahora un poco. Casi con total seguridad la evaluación de 4º de la ESO será muestral porque ahí la finalidad sobre todo es confirmar que la ESO cumpla los objetivos de la etapa. En relación con las de Primaria, tenemos que verlo porque ya hemos puesto en marcha la de Tercero y la de Sexto y nos han sido útiles para establecer mejoras.

-Tras esa reunión, ¿ve más cerca el pacto educativo?

-Para mí aquella conferencia sectorial ha sido un «trailer» del pacto porque vi que el Ministerio cedía en tesis muy controvertidas de la Lomce y también vi que las comunidades gobernadas por el PSOE no se enrocaron en el no es no y aceptaron el acuerdo.

-Las evaluaciones internacionales dan a la Comunidad buenos resultados en Primaria y ESO, pero en los ranking de universidades, éstas aparecen más bien detrás...

-He mostrado mi preocupación por el hecho de que las cuatro universidades públicas no salgan bien paradas en los ranking, sobre todo los nacionales. Tengo la convicción de que sin alterar ninguna situación, si fuéramos capaces de reflejar la realidad de la calidad de nuestras universidades, estaríamos mucho más altos.

-Las tasas universitarias siguen siendo de las más altas de España, ¿es el momento de bajarlas?

-De momento este año ni siquiera tenemos presupuesto, ni siquiera yo sé de que dinero dispongo.

-¿Pero intención política hay?

-Sí, intención toda la del mundo. Queremos distinguirnos por ser los primeros en PISA, pero no por ser los terceros con las matrículas más altas. Vamos a intentar, cuando tengamos dinero, rebajar un poco los tasas. La gente tiene que conocer también que ese dinero ha permitido a las universidades enjuagar la deuda que tenían.

-Entonces, el cambio de modelo de financiación de las universidades no se podría abordar ya...

-Necesitamos más dinero y es una cuestión fundamentalmente estatal, que debería verse de modo conjunto. También las universidades tienen que hacer su reflexión y ser responsables en cuanto a los estudios que no van a tener éxito en el futuro. Yo he puesto el énfasis en que la idea no es suprimir, sino hacer sostenibles los campus y hacerlos mejores.

-¿Desaparecerán las titulaciones de menos alumnos?

-Hay ciertos estudios que una universidad debe tener. En el fondo tenemos que hacer un espacio universitario autonómico, pero eso cuesta porque la dinámica de cada universidad es muy propia y soberana, sin embargo, es evidente que tenemos un mapa que está desproporcionado.