«No vamos a permitir nunca que en la ciudad de Toledo gobierne la derecha»

—Esta pasada semana se ha presentado su candidatura tras el acuerdo alcanzado entre las organizaciones locales de IU y de Podemos. ¿Ha pesado mucho el trabajo realizado en el Ayuntamiento en estos años?

—La presencia política de nuestro grupo en el Ayuntamiento se ha distinguido claramente de las propuestas económicas liberales del gobierno local y las de la derecha y la extrema derecha, que no estaban pegadas a la realidad que los vecinos y vecinas de Toledo necesitan. El trabajo que se ha hecho estos cuatro años ha sido serio, riguroso y propositivo. Queremos continuarlo y que se sumen más fuerzas.

—Al final 'Más País' se ha quedado fuera.

—Seguimos esperando para estar unidos en torno a una propuesta política. La demoscopia nos indica un camino malo; nos dice que la derecha y las extrema derecha pueden gobernar en Castilla-La Mancha. Pedimos arrimar el hombro para que eso no ocurra. Son políticas muy ineficaces y no queremos que lleguen a Castilla-La Mancha, ni a ningún ámbito local.

—¿Cómo se van a confeccionar la lista en Toledo?

—Será una lista de personas a las que se les va a reconocer en los movimientos sociales; va a haber gente joven, como la número 2 (Irene Arcalá de Podemos), y van a estar representados los movimientos feministas, sindicales y vinculados a la lucha social de la ciudad. No buscamos grandes fichajes, buscamos a gigantescos trabajadores, con coherencia, dignidad y humildad. Entramos siendo desconocidos y acabamos siendo necesarios, como Olga Ávalos.

—Hablando de Olga, al final ha quedado relegada por el acuerdo de la confluencia al número tres. ¿Cómo se lo ha tomado?

—Ante todo es militante. Es encomiable la labor que ha hecho estos años. Es una mujer de organización, cree firmemente en los principios organizativos y es una persona que lleva a gala y a orgullo la afiliación. Bajo esa premisa, y sabiendo que nos encontrábamos en un proceso de negociación, sabía lo que tenía que hacer. A mí no me preocupa, porque vamos a sacar 13 concejales.

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—Demasiado optimista. Parece difícil, incluso, para el PP o el PSOE alcanzar esa mayoría. ¿Cuáles son sus aspiraciones reales?

—Queremos que nuestro programa político, que es diferente al resto de partidos, se implante en la ciudad de Toledo y eso sólo se puede hacer con 13 concejales. Y queremos una política diferenciada de la que vivimos en esta legislatura que ha estado apoyada por un tránsfuga de Vox. A Luismi, en lo personal, le tengo afecto, pero lo que ha ocurrido es incomprensible.

—¿Les hubiera gustado ser parte activa de la política de este gobierno?

—¡Claro! Pero el gobierno del PSOE en la ciudad ha decidido que no. Y nosotros hemos mantenido nuestra coherencia política. Somos parte de la Corporación, pero dudo que seamos Ayuntamiento.

—Es probable que el PSOE les necesite para gobernar. ¿Cómo afrontarán esa negociación?

—No vamos a permitir nunca que la ciudad de Toledo esté gobernada por la derecha y mucho menos por la extrema derecha, bajo ningún concepto. Pero nosotros pactamos sobre política, no pactamos sobre personas. Es más importante para qué se gobierna que para quién se gobierna. No nos importa tanto el quién sino el para qué.

—Ha sido una legislatura distinta, marcada por el Covid, Filomena y una DANA. ¿Qué balance hace de estos cuatro años?

—Ha sido complicado pero, dicho esto, ha sido una legislatura en la que no hemos sacado ninguna conclusión. La pandemia nos tenía que haber enseñado un nuevo modelo de desarrollo económico y en Toledo seguimos en un modelo social basado en el turismo puro y duro, tal y como lo teníamos en el 2019. Luego tuvimos una Filomena y la DANA, que nos sacó los colores, y nos dijo que el subsuelo y el entramado de tuberías no funciona. Nos hemos tenido que gastar seis millones de euros para arreglar todo. ¿Qué ciudad teníamos en 2020?

—Se quejan también del abandono de Palomarejos. ¿Qué proponen para este barrio?

—No ha habido previsión. Era fácil de prever que se iba a marchar el hospital y dicen que el solar va a ser más pisos, más supermercados y la zona verde obligatoria. El problema que vemos es que los pisos más pequeños que se han construido en esta legislatura han costado 180.000 euros, unas cifras que no son para el pueblo trabajador. Palomarejos necesita una repensada y nosotros tenemos dos propuestas para el barrio que presentaremos en el programa electoral.

—IU-Podemos planteó levantar el cuartel de la Guardia Civil en los terrenos del Virgen de la Salud.

—Nos parece buen sitio; hay suelo, entradas y salidas, incluso se puede generar algún espacio para prácticas de tiro en los subterráneos del hospital.

—Sin embargo, parece que la decisión está tomada y se construirá en la Peraleda.

—¿Dónde está el presupuesto? Hemos pasado de 17 millones a 60 millones, según dijo la alcaldesa el otro día, pero no aparecen en los Presupuestos Generales del Estado. Además, es suelo rústico y hay que modificarlo.

—Es suelo rústico porque llegamos al fin de la legislatura sin POM.

—Y ya es inviable porque el último Pleno ordinario es la semana que viene. La realidad es que no se ha aprobado ningún proyecto de ciudad en está legislatura. Por ejemplo, el plazo de las alegaciones del Plan de Movilidad Sostenible acabaron el 15 de noviembre de 2021. Y ahí se ha quedado.

—Para Vega Baja sí que hay ya un proyecto contratado.

—Vega Baja es el mismo erial que cuando íbamos al cine de la Fábrica. Lo que ahora van a hacer es un proyecto del que no se nos ha informado.

—¿Qué propone IU para el Polígono?

—El Polígono es el motor del empleo en la ciudad y hemos perdido una oportunidad histórica para que se convierta en el polo de atracción de la ciudad con los fondos europeos; de momento han llegado 20 millones de euros del 'Next Generation' y ningún céntimo va a servir para cambiar el modelo productivo y de desarrollo económico de la ciudad, van a ir destinados a turismo. No tenemos ningún plan de mercancías, ni de transportes pesados. No quieren, no saben o no han querido utilizar los fondos europeos para cambiar un modelo productivo. Y presentan un plan de turismo basado en un modelo en el patrimonio, turismo conventual, gastronómico que tiene síntomas de agotamiento.

—En esta legislatura se ha avanzado algo con el Tajo.

—Estamos contentos porque las sentencias reconocen el caudal ecológico, pero es inviable. No se pueden lanzar mensajes que son mentira; no puede salir un representante público de la ciudad a decir que a partir de mañana el Tajo va a estar mas limpio. ¡Y ese mismo día se aprueba un trasvase de 24 hectómetros de cabecera! Le hemos pedido al Ayuntamiento más implicación, que sea el ariete social de sus vecinos y que ponga un cartel contra el trasvase para que lo vean los dos millones de turistas que vienen a Toledo. No hace falta ir a Murcia a decir no al trasvase y allí te declaran 'persona non grata'. El PSOE en Valencia pide más trasvase. Aquí dicen una cosa y allí otra.

—¿Algo bueno habrá hecho Milagros Tolón en este tiempo?

—Lo hemos dicho; se ha enfrentado a la legislatura más difícil y eso es incuestionable. Y se ha salido razonablemente bien.

—¿Cuál es el peor recuerdo de estos años?

—Quizá sea algo más personal, pero era la sensación de que esto no se iba a terminar nunca, encerrados en casa, haciendo colas para comprar el pan, las mascarillas...

—¿Lo mejor?

—Sentirme útil, sin ninguna duda. Un detalle pequeño: al principio de legislatura vinieron a vernos unas personas mayores que vivían en la plaza del Marrón porque no tenían una barandilla para poder subir las escaleras. Y ahora hay barandilla. Es impagable tener la sensación de ser útil para los vecinos.

—¿Qué le ha producido impotencia?

—Lo menos gratificante ha sido ver que en el Casco Histórico no manda el Ayuntamiento, mandan otros 'lobbies' que piden más hoteles porque quieren más negocio. Estoy hablando de Puy du Fou. Ya han competido con los hosteleros, ofreciendo cenas de empresas en Navidad.