artes&letras castilla-la mancha

La palabra imaginada (36): Para el Dios de la palabra

Revista Hermes. nº23. Otoño- invierno del año 2024. María Antonia Ricas

La palabra imaginada (35): Continúa el silencio pintado

El nematodo Caenorhabditis elegans yourgenome

MARÍA ANTONIA RICAS

Descubrimiento científico

El pequeño gusano

que se asemeja a la grafía de mis células

hubiera querido parecerse al legado

del leopardo,

aquel silencio que adensa los cazaderos

salvajes cuando despierta de su aromada

siesta

y mueve, inaudible, una zarpa y se dispone

a esperar la ... mansedumbre de los rumiantes.

El pequeño gusano

que se sonríe como yo y se queda quieto

si encuentra un amante que daba por perdido,

y con la elegancia frugal de la derrota

le desinteresa el odio de su pareja

y lo saluda

desde el idioma que inventaron en sus ojos,

respira el amanecer de niebla que borra

punzadas de dolor semejante al deseo

y adulto apenas,

repta, come, defeca

y se consuma en su vibrátil soledad,

calentando sus huesos, su ralo tesoro,

igual que una mujer no amenazada sino

recibida en la edad donde todo es pasado,

donde el leopardo se alimenta de helechos

y donde el idioma de los ojos se agita

en vano, brilla

y desaparece.

La venta de Indulgencias que Martin Lutero combatió en el siglo XVI fundación index

Indulgencias

Humosas culebrillas sustraídas

al aire.

Tomarán tus pulmones el perdón

transparente

y el prodigio de un mal exorcizado

lucirá en ceniceros saludables.

Ascenderás la Cuesta de la Luz

sin la fatiga

e irradiará palabras tu garganta

brillando

en una habitación blanca, inodora.

Pero las criaturas que destellan

mienten. *

Hay una enfermedad

de pechos asfixiados por el humo

que expele la desdicha;

hay cuerpos de alquitrán donde hubo fiestas,

poblados condenados que respiran

cenizas de sus tierras y se beben

manantiales de hollín

hasta que la moneda de esta lacra

les regale

otro día de sed, de purgatorio.

Hay cuerpos con los bronquios quebradizos

que apenas tienen peso y, sin embargo,

engordan sus barrigas por el humo

de habanos de hambre dura.

Imperdonables cuerpos que agonizan

al lado de las zanjas donde humean

sus hijos aseados por la cal.

Desconocen

que subirán al tabacal del cielo

si en Roma se ha otorgado una indulgencia

para aquellos que dejen de fumar.

*Verso de Anne Sexton

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