Luz verde ambiental al puente entre Azucaica y el Polígono: el Ayuntamiento podrá iniciar las obras antes de fin de legislatura

La tramitación se ha llevado a cabo mediante el procedimiento simplificado, lo que implica un recorte de al menos seis meses en los plazos administrativos de la tramitación de este Plan Especial de Infraestructuras (PEI). El acortamiento de los trámites permitirá al Ayuntamiento de Toledo acelerar la licitación de las obras e iniciar la construcción del puente sobre el río Tajo antes de que finalice la actual legislatura. Para su financiación, el Ayuntamiento de Toledo tiene previsto la solicitar un crédito dado que el presupuesto rondará los 14 millones de euros.

La infraestructura, promovida por el Ayuntamiento de Toledo, consiste en un nuevo vial de 2.410 metros de longitud que conectará directamente ambos barrios, actualmente separados por el cauce del Tajo y sin comunicación directa. El trazado partirá desde la calle Río Jarama, en el Polígono de Santa María de Benquerencia, y se prolongará hasta la carretera comarcal CM-4001 a la altura del barrio de Azucaica, donde desembocará por la calle Cañada. El proyecto incluye un viaducto de 492 metros sobre el río y un carril específico para movilidad alternativa —peatonal y ciclista—, que discurrirá en paralelo a la calzada principal.

La alternativa finalmente seleccionada, denominada Alternativa 1, fue valorada como la más equilibrada desde el punto de vista ambiental, técnico y funcional. El trazado aprovecha un paso inferior ya existente bajo la línea de Alta Velocidad Madrid-Toledo, a la altura del kilómetro 27,5, lo que minimiza afecciones ferroviarias. Posteriormente, la vía atraviesa una antigua gravera mediante un diseño en curvas que permite alinear el viaducto sobre el Tajo en el tramo más estrecho del cauce, mejorando la integración estructural y paisajística. Tras superar el río, el vial gira suavemente para desembocar en una glorieta de nueva construcción en la CM-4001, en las inmediaciones de Azucaica. Esta solución técnica reduce el impacto visual y geomorfológico, al tiempo que garantiza una velocidad de circulación fluida (entre 70 y 80 km/h) con radios de curva adecuados.

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En cuanto a la evaluación ambiental, el informe destaca que no existen espacios naturales protegidos en el área de actuación, aunque sí se identifican afecciones potenciales sobre el paisaje fluvial, corredores de fauna y hábitats próximos al cauce del Tajo. Por ello, se impone una batería de medidas correctoras y preventivas que deberán integrarse en el proyecto constructivo. Entre ellas figura la elaboración de un estudio específico sobre aves, especialmente ardeidas y moritos que utilizan la ribera como zona de alimentación y tránsito. También será necesario realizar un censo de nidos en la vegetación de ribera y un seguimiento mediante cámaras de fototrampeo de especies mamíferas.

Además, se establece la obligación de aplicar medidas de protección hidrológica e hidrogeológica, con el fin de "garantizar la capacidad de la infraestructura para permitir el paso de avenidas extraordinarias, evitando el efecto barrera y el riesgo de inundaciones". Además cualquier intervención que afecte al Dominio Público Hidráulico deberá contar con autorización específica de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Desde el punto de vista del patrimonio cultural, el Servicio de Cultura de la Junta alerta del riesgo de hallazgos arqueológicos en las terrazas fluviales y áreas de ribera, donde históricamente se han asentado núcleos humanos. El Ayuntamiento deberá realizar un Estudio de Valoración de Afecciones, tal como establece la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, para detectar posibles restos y definir las medidas de protección o excavación preventiva necesarias.

En materia de infraestructuras, el paso bajo la vía férrea de alta velocidad deberá contar con el visto bueno de ADIF y mantener las condiciones de seguridad operativa. También se deberá proteger la conducción del sistema de abastecimiento Picadas-Almoguera, afectada por el cruce del vial y la glorieta. La solución elegida es la construcción de una galería visitable tipo cajón que permita el mantenimiento futuro sin comprometer la funcionalidad hidráulica.

La Dirección General de Carreteras exige, además, un análisis hidrológico y de drenaje detallado para evitar que el nuevo vial agrave los problemas de escorrentía en Azucaica, donde ya se producen inundaciones recurrentes. Deberá garantizarse la evacuación adecuada de aguas pluviales y diseñarse marcos de drenaje suficientes bajo la calzada.

El plan contempla también un estudio de afecciones acústicas para evaluar el impacto del nuevo tráfico sobre las viviendas más próximas y delimitar servidumbres de ruido. En caso de superarse los umbrales legales, el promotor estará obligado a aplicar medidas correctoras como barreras acústicas o modificaciones en el diseño de la vía.