Detenido en Toledo por acechar presuntamente a una conocida: 247 llamadas de madrugada desde un número oculto durante un año

Ella no sabía con certeza el género de la persona, a la que a veces oía respirar fuerte. El comunicante se mantenía en línea y, cuando la receptora colgaba, volvía a llamar a su teléfono móvil. Ahora, después de siete meses de investigación, el presunto autor de acoso ha sido detenido en Toledo por la Policía Nacional.

Es un tipo de 37 años, vecino de una localidad cercana a la capital de Castilla-La Mancha y con antecedentes policiales. El Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid lo buscaba por un delito de atentado a la autoridad. Además, tiene varias reseñas por delitos contra la propiedad o contra la libertad de las personas.

Las pesquisas policiales arrancaron después de que la mujer presentase una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 1 de Toledo. Era el 13 de abril. Relató que recibía numerosas llamadas en su teléfono móvil particular y contó el patrón de las comunicaciones, siempre desde un número oculto. Esta circunstancia no fue un problema para la Policía Nacional, que logró identificarlo.

Los investigadores analizaron su registro de llamadas desde el 16 de octubre de 2021. Hasta que ella formuló la denuncia, la víctima había recibido 166 llamadas en seis meses. Posteriormente, su acosador la telefoneó 81 veces más y fue detenido el pasado domingo, 10 de noviembre. Faltaban tres días para que se cumplieran siete meses de la denuncia. La víctima ha sabido ahora que había tenido contacto personal por motivos laborales con su presunto acosador. En total, había recibido 247 llamadas. Alguna madrugada llegó a telefonearla en 30 ocasiones, otra noche 16 y otro día 12.

«Hay ciudadanos que creen que esto no es un delito, y lo es», afirma a ABC una portavoz de la comisaría de Toledo. Acciones como vigilar, perseguir o buscar una cercanía física de otra persona, de manera reiterada e insistente, pueden suponer un delito de acoso contemplado en el artículo 172 del Código Penal. También por establecer contacto repetidamente con la víctima y sin su consentimiento a través del envío de cartas, paquetes, mensajes, llamadas o cualquier otro medio de comunicación. Es un delito que está castigado con penas de multa e incluso hasta dos años de prisión. Es una modalidad que en inglés se conoce como 'stalking' porque describe un acecho incesante a otra persona.