Dos nuevos libros sobre el Siglo de Oro

El libro es un conjunto de trabajos, de ámbito universitario, en el que intervienen historiadores, filólogos y críticos de la Literatura, mostrando con ejemplos concretos la plasmación de estas realidades y estas polémicas. Por lo que toca a los autores que nos son más cercanos, el propio Gómez Vozmediano nos presenta un trabajo sobre los «hidalgos de ejecutoria»; eran estos la clase más baja y más abundante dentro de la nobleza y «los más permeables a los cambios». Vozmediano analiza el papel de este segmento social desde los elementos de la cultura escrita, oral (los refranes), el arte o la diplomática.

Mientras que Felipe Pedraza , catedrático de Literatura española en la Universidad de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real, y director del «Instituto Almagro de Teatro clásico», nos habla de un viejo conocido de estas páginas, el judío y conquense «Antonio Enríquez Gómez (entre la herencia de clase y la tradición literaria)» . En dicho trabajo Pedraza pone de relieve, con gran aparato de erudición «la presencia de la cultura de la sangre en sus escritos, y su adhesión a las críticas de su tiempo hacia los que hacen valer su sangre como garantía de sus propios méritos». Enríquez Gómez fue un muy interesante autor de poemas y libelos que acabaría sus días perseguido y condenado por la Inquisición.

El segundo libro es obra de un investigador toledano, Ángel del Cerro del Valle , y se nos presenta bajo el título de «El honor en el teatro toledano del Siglo de Oro».

En dicho trabajo el autor estudia a fondo las obras de Rojas Zorrilla y otros autores toledanos menos conocidos de esa etapa, haciendo especial hincapié en el honor, la honra y la fama y en el papel que estos valores cumplían en la sociedad de esa época, así como en su reflejo en el teatro. Se detiene también en e l papel de las mujeres en la sociedad del siglo XVII.

Para Del Cerro, el honor es un ingrediente esencial que aglutina a todos los estratos sociales. Junto a él, la honra, la fama, la sensación de pertenencia a un grupo determinado y no a otro actúan como elementos definidores de los individuos y de los grupos sociales. Y el teatro de esa época (la más popular de las artes entonces) no podía sino reflejar esta circunstancia.

En el libro, Ángel del Cerro da muestra de un muy buen conocimiento histórico al adentrarse en esta sociedad de nobles y de hidalgos, que gozan de amplios privilegios y que ven condicionada su conducta por todo aquello que pueda afectar a su buen nombre hacia el exterior, a su fama.

Autores toledanos como Francisco de Rojas Zorrilla , que da nombre al principal teatro de la ciudad, pero también otros menos conocidos como Quiñones de Benavente , Blas Fernández de Mesa , Martínez de Meneses o Valdivielso son analizados aquí «de manera sencilla y didáctica, a la par que profunda», como señala Javier Ruiz en el prólogo de la obra.