Suscribete a
ABC Premium

VIVIR TOLEDO

La modernista ampliación del Colegio de Doncellas de 1900

Lo más singular fue el viaducto que trazó sobre la vía pública que separa la nueva obra del histórico núcleo del XVIII a fin de comunicar ambas zonas

Viaducto o pasadizo proyectado por S. Castellanos entre los dos edificios del Colegio RAFAEL DEL CERRO

RAFAEL DEL CERRO MALAGÓN

El 25 de octubre de 1551, el arzobispo Juan Martínez Guijarro –conocido como Silíceo-, funda el Colegio de Doncellas Vírgenes de Nuestra Señora de los Remedios para educar a un centenar de jóvenes sin recursos, «naturales de la provincia eclesiástica de Toledo ... », de «sangre limpia», clave ésta que confería la «nobleza» a las allí acogidas. Las plazas eran vitalicias si no deseaban abandonar el centro. Al casarse tenían derecho a dote, perdiéndola si profesaban en una orden religiosa, pues se pretendía formar esposas y madres cristianas. La Corona y el Arzobispo de Toledo eran los patronos natos. Cada uno disponía de 60 y 40 plazas respectivamente, reservándose seis para familiares del fundador. Con el tiempo los rígidos preceptos iniciales se irían relajando. En 1859, una Real Orden calificaba a la institución como un stablecimiento general de la Beneficencia del Estado aunque, ya se sabía que las alumnas eran hijas de «padres muy acomodados». Su última reforma estatutaria fue el 20 de julio de 1988, tornándose en Residencia Universitaria Virgen de los Remedios (de pago) para estudiantes femeninas que convivirían, por cierto, con las dos colegialas que allí seguían conforme a los históricos derechos de la fundación, la última fallecida en 2002.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia