Tambores y cofradías afrontan la Semana Santa en Hellín con el objetivo de dar dinamismo a la celebración

Así lo han destacado en declaraciones a Europa Press tanto el presidente de la Asociación de Peñas de Tamborileros de la Semana Santa hellinera, José Luis Jiménez, como el responsable de la Asociación de Cofradías y Hermandades, José Rafael Marín, recogiendo las distintas medidas acordadas en la Comisión Especial de Semana Santa que se creó al término de la celebración del año pasado.

Nuevas reglas que «pueden ser un punto de inflexión», como explica Jiménez, y que buscan tratar de dar solución a «los problemas tan nefastos» que retrasan las procesiones. «No va solo de tamborileros», defiende, explicando que los horarios se han impuesto para dar agilidad, especialmente a los días en que tambores y procesiones coinciden, a todas las partes implicadas.

Además, junto a los horarios -que llevarán a cortar determinadas calles en un determinado momento por parte de las fuerzas del orden público-, la Comisión ha adoptado otras medidas que afectan a la cadencia de los desfiles procesionales, ya que «si todo el mundo lleva el ritmo, la procesión transcurre de forma progresiva»; a que no haya obstáculos que impidan su desarrollo, como los que ocasionó el cableado el pasado año; a poder baldear las calles antes del paso de las procesiones o a prohibir las barras de bar situadas en la calle horas antes de cada procesión.

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El objetivo que se ha marcado la Comisión es «empezar con esto», conscientes de que «va a ser difícil» que se cumpla el cien por cien de todo lo planeado y con la vista puesta en que «en un par de años o tres» se pueda alcanzar una situación normal y lograr que las procesiones -especialmente la de bajada del Calvario en Viernes Santo y la subida de Domingo de Resurrección- se recojan a su hora.

El bando municipal dictado por el Ayuntamiento recoge precisamente distintos cuadros con los horarios en los que se producirán los cortes en cada trayecto para que todo el mundo que discurra por los recorridos a esas horas tenga tiempo para desalojarlos, de tal manera que a partir de cierta hora no se podrá pasar por ciertas calles.

«No será un agobio de empujes», ha explicado Jiménez, que ha insistido en que a nadie se le prohíbe tocar el tambor y que se trata de dar «fluidez y vistosidad», y ha pedido que todo el mundo colabore con las nuevas medidas.