Agreden a un médico en el centro penitenciario de Ocaña I (Toledo)

El responsable del ataque, denuncia el sindicato, es «un interno» que había cumplido condena anteriormente en ese centro y que estaba volviendo a ingresar tras reincidir.

En el momento de su entrada, reza la nota, el interno se encontraba «custodiado por la Guardia Civil». «Tras reiteradas amenazas, se mostraba violento y agresivo», completa el sindicato.

Noticia Relacionada

Un preso rompe el labio a puñetazos a un funcionario por un televisor en la cárcel de Valdemoro

Carlos Hidalgo

El sindicato CSIF denuncia que la agresión se produjo ayer por la tarde en la sala de estar y reclama más medios para internos con problemas psiquiátricos

En un principio, explica CSIF, la situación fue reconducida por los funcionarios del lugar y el atacante fue «reduciendo gradualmente su agresividad». Sin embargo, como en el resto de ingresos, el médico visito al preso. En ese momento, «sin mediar muchas palabras» y dado su «estado de abstinencia», el agresor pegó un puñetazo al sanitario «rompiéndole el labio superior, provocándole hemorragias y desfigurándole el rostro». Tras esto, la víctima tuvo que acudir a urgencias con «heridas de gravedad considerable».

Después de atacar al médico, el interno fue reducido nuevamente por los funcionarios, aunque continuaba sin calmarse. Así, «rompió los cristales de su ventana» y con uno de los trozos, indica CSIF, «con forma afilada y de más de 30 centímetros de longitud» y que había envuelto en una sábana, procedió a amenazar a los presentes. «Os voy a cortar el cuello«, indica el sindicato que dijo, para añadir que si abrían la puerta, quemaría la celda.

Finalmente, los presentes lograron calmarlo y fue trasladado a una celda de seguridad, donde el personal de enfermería le trató.

CSIF ha denunciado y lamentado la «fuerte agresión», al tiempo que han reclamado «más medios y formación» para el colectivo de prisiones y que se revise su solicitud de ser agentes de la autoridad. Asimismo, exigen que se modernice la ley penitenciaria para que se incluyan en ella «los medios coercitivos necesarios para reducir a los internos».