La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se reúne en estos momento con los responsables autonómicos de Hacienda en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no ha dejado pasar la oportunidad para reiterar ... su postura y la de su Ejecutivo autonómico respecto a financiación autonómica para defender que cualquier reforma del modelo debe evitar «financiaciones singulares» y blindar el principio de igualdad entre territorios.
Page ha recordado que hablar de financiación autonómica es, en realidad, «hablar de sanidad, educación y prestaciones sociales», es decir, del nivel de servicios básicos que recibe cada ciudadano sin importar dónde viva. «No caben privilegios, porque la Constitución prohíbe expresamente el privilegio territorial. No puede valer más un infarto en Martorell que en Jerez de la Frontera o Sanxenxo», ha afirmado.
El presidente ha insistido en que el Gobierno central debe tener clara una premisa, que solo exista una mesa de negociación para evitar acuerdos bilaterales que rompan la cohesión territorial. «Si se quiere un acuerdo, la condición es esa. No hay financiaciones especiales, ni tratos singulares», ha advertido.
Además, ha defendido que dentro del PSOE existan posiciones diversas según las realidades territoriales, algo que considera «normal y enriquecedor», siempre bajo el marco de los mismos derechos para todos.
Por último, Page se ha comprometido a negociar «con pasión y máxima responsabilidad» un nuevo modelo que garantice para Castilla-La Mancha la sostenibilidad del sistema sanitario, la ampliación de la gratuidad educativa de 0 a 3 años y el refuerzo de la cobertura social.
«Estos asuntos no son para jugar. O se toma en serio, o será otro espejismo de la política española», ha señalado en clara alusión a la gestión del Gobierno socialista de Pedro Sánchez.
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