Letur-Tarrasa, la corriente de solidaridad impulsada por Esther

Su impulsora vive a 600 kilómetros, en Tarrasa, pero lleva a Letur en la sangre y conoce a los desaparecidos. «Es el pueblo de mi familia, también de la familia de mi pareja. Mis raíces son de allí», explica Esther Martínez Junyent, quien pisó el municipio por primera vez siendo una bebé. «Desde que tenía solo 5 meses, he podido disfrutar cada año del pueblo, de sus calles, de sus gentes...».

Tal es su unión a esta población, declarada Conjunto Histórico Artístico desde 1983, que el año pasado se casó allí con su marido. Lo conoció en esta localidad de la sierra del Segura hace veinte años, aunque él es de Tarrasa. En definitiva, Letur significa mucho en la vida de estas dos personas, padres de dos hijos. Hasta llevan un tatuaje con el nombre del pueblo en sus pies, contó en la Cadena SER.

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Esther ha comunicado su campaña al ayuntamiento letureño para que gestione todo lo que se recaude. Es «el único modo que se me ocurre de ayudar ahora mismo», porque el dinero «seguro que hará falta». Porque ella está segura de que «Letur volverá a brillar con la ayuda de todos», el lema de su iniciativa, que se suma a la corriente de solidaridad que está habiendo por el pueblo de la cantante Rozalén.