La Princesa Leonor agradece la «hospitalidad» e «inmenso cariño» del pueblo portugués

En unas palabras que pronunció en castellano y que terminó en portugués, al inicio del almuerzo ofrecido por Rebelo de Sousa en su honor en el Palacio Nacional de Belém, la Princesa Leonor celebró con una copa de vino tinto esta visita y los lazos entre países: «Quiero brindar por estas magníficas relaciones, por Vuestra Excelencia, querido Presidente Rebelo de Sousa, y por el querido pueblo portugués, que tanto estimo».

Hace diez años, poco después de la proclamación de Felipe VI, Don Felipe y Doña Letizia visitaron Portugal por primera vez siendo Reyes. Hoy, semanas después de que la Familia Real celebrase este aniversario, es la Heredera de la Corona quien viaja a Portugal, en su primer viaje oficial al extranjero. «No puedo negar lo especial que es también para mí estar aquí hoy», afirmó la Princesa de Asturias.

«Ellos, que han estado aquí en tantas ocasiones, me han hablado con gran afecto, 'com saudade', de sus visitas a Portugal, del cariño que han recibido en sus calles y de cómo habéis hecho que se sintieran como en casa», declaró. Con el mismo agradecimiento y sinceridad, tras una pausa, Doña Leonor añadió: «Así me siento yo hoy. Este es un viaje que esperaba con muchas ganas y que me hace muy feliz».

Que la Princesa Leonor visite Portugal en su primer viaje oficial al extranjero, no hace otra cosa que demostrar los estrechos lazos que existen entre países desde hace más de cuarenta años y que tuvieron como punto de partida más significativo el Tratado de Amistad y Cooperación firmado entre España y Portugal en 1977. Después de siglos de relaciones bilaterales difíciles –con épocas de más acercamiento y otras de enfrentamientos– se inició entonces un camino hacia el encuentro entre países, donde ambas partes priorizaron los intereses que tienen en común y las relaciones históricas. Todo ello se ha ido consolidando hasta la actualidad.

La visita de la Princesa, por tanto, refuerza aún más las relaciones hispano-lusas con una serie de actos institucionales que comenzaron nada más aterrizó en Lisboa, con una primera parada de Doña Leonor al Monasterio de los Jerónimos, donde realizó una ofrenda floral ante la tumba del poeta Luis de Camoens.

En Portugal, esta ceremonia está reservada para las visitas de jefes de Estado y de Gobierno de otros países, ya que Camoens es uno de los más fuertes símbolos de identidad de Portugal y se le considera una de las grandes figuras literarias de la tradición occidental. Rebelo de Sousa ha querido que Doña Leonor, como Princesa de Asturias y futura Reina de España, tuviera este honor.

«Portugal y España comparten una vecindad que va mucho más allá de la simple proximidad geográfica», afirmó la Princesa durante el brindis en el Palacio de Belén. «Una vecindad que abarca muchas dimensiones y que se traduce en una amistad sincera y un respeto profundo y mutuo entre dos países», añadió.

Fue precisamente el presidente Rebelo de Sousa quien hace tiempo cursó al Palacio de la Zarzuela una invitación para que la Princesa viajase a Portugal, por razones históricas entre países vecinos y también por la estrecha amistad que existe entre los Reyes Felipe y Letizia con el mandatario portugués, quien ha visitado España en muchas ocasiones de manera oficial y también privada. En todas ellas, ha acudido a la Zarzuela a almorzar o a cenar con la Familia Real.

De ahí el cariño y cercanía que se ha visto entre Rebelo y la Princesa Leonor en el Palacio Nacional de Belém. Propia de una sobrina que acude a visitar a su tío. Después de que sonaran los himnos de España y Portugal en el jardín de entrada, la Princesa recibió honores militares y pasó revista a las tropas por primera vez en un acto oficial. No vestía el uniforme militar, pero representó a España con un traje de chaqueta de color rojo.

En el interior del Palacio, Rebelo de Sousa impuso a la Heredera la Gran Cruz de la Orden de Cristo, mientras el Presidente de Portugal recordó que esta condecoración es la misma que recibió Felipe VI cuando era Príncipe de Asturias en 1988 y aquí gobernaba Mario Soares. «Es un homenaje a Vuestra Alteza, a España y a nuestra amistad», declaró Rebelo de Sousa.

Esta tarde, la Princesa Leonor visitará el Oceanario de Lisboa, donde tendrá la oportunidad de charlas con los jóvenes científicos que viajan allí. Una conversación que, en palabras de la Heredera, les servirá «para reflexionar juntos sobre nuestro futuro y el de nuestro planeta«.

Eran las diez y media de esta mañana cuando la primogénita de los Reyes salía hacia Portugal desde el pabellón de Estado del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, donde fue despedida con honores por el Presidente del Senado, Pedro Rollán; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

Una hora más tarde, Doña Leonor aterrizó en Lisboa, en el aeropuerto militar Figo Maduro, donde la recibió Rebelo de Sousa, quien en un principio no estaba previsto que fuera a recogerla a pie de pista. En la línea de saludo se encontraban el embajador de España en Portugal, Juan Fernández Trigo, y su homólogo portugués en España, Joao Mira Gomes. También el jefe de protocolo de la República de Portugal, Jorge Silva, y el jefe del aeropuerto militar, Abel Oliveira.

La Princesa saludó a todos en cuanto bajó del avión y allí mismo tuvieron lugar los primeros encuentros entre delegaciones, ya que a Doña Leonor la acompaña hoy en Lisboa el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, quien declaró que estaba «muy cansado» porque esta madrugada llegó a Madrid desde Washington, donde se encontraba en la cumbre de la OTAN. En su primer viaje oficial al extranjero, Doña Leonor se encuentra aquí en Lisboa con un equipo del Palacio de la Zarzuela, encabezado por el jefe de la Casa de S.M. el Rey, Camilo Villarino.